Un informe (Mobile in the consumer journey) realizado por Microsoft Advertising en diversos países con desigual implantación del smartphone (Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Japón y Corea) concluye que ni marcas ni distribuidores están sacando todo el jugo a la potencialidad del móvil.
El problema radica, según el informe, en el discurso estrictamente racional que los anunciantes utilizan en el canal mobile, desaprovechando la oportunidad de crear engagement que estos dispositivos ofrecen dada la relación tan estrecha que sus propietarios guardan con los mismos.
Según el estudio, el móvil es un dispositivo eminentemente emocional. Y hasta ahora, las aplicaciones y promociones desarrolladas a través del móvil se dirigen tan solo a la parte racional del consumidor.
Es más, al referirse a la relación que las personas guardan con las diferentes pantallas, el móvil se consagran en el rol de “amante” (mientras que el PC sería el “sabio” y la tableta “el mago”). Todos los encuestados, con independencia de su país de origen, reconocen que el móvil es el último dispositivo del que se desharían.
Desde ese enfoque racional, anunciantes y distribuidores hablan al consumidor casi exclusivamente de precio. Un enfoque emocional permitiría aportar un valor añadido y proporcionar experiencias de compra más ricas a través de una mayor conexión.
El objetivo sería, según los responsables de Microsoft Advertisng, que se diera una cohesión real entre el head shopping (concepto relacionado con la razón, educación, satisfacción y enfoque) y el heart shopping (más cercano a la emoción, el placer y el sentimiento). Mientras que el primero habla el lenguaje de las promociones, las ofertas y la información, el segundo muestra las novedades, los beneficios, las opiniones expertas y todo aquello que ayuda al consumidor a interactuar y elegir.
Mobile en el supermercado
Por otro lado, el estudio de Microsoft Advertising concluye que la integración del móvil en nuestras rutinas también lo ha convertido en una pieza cada vez más importante en el avituallamiento del hogar y que está cambiado la forma en que adquirimos los productos del supermercado.
Los consumidores utilizan el móvil, principalmente, para hacer su compra de una forma más eficiente (precios más bajos, localización de tiendas, búsqueda de información y opiniones…) y rápida.
Con independencia del país del consumidor, la compra en el supermercado es una actividad mayoritariamente semanal, en la que dos de cada tres consumidores realiza una lista previa antes de acudir al establecimiento. Entre el 70 y el 80% de los entrevistados sigue haciendo su lista sobre un papel, pero un 30% ya utiliza el móvil para elaborarla.
Por otro lado, en países como Japón y Corea, en los que el móvil está totalmente integrado en la compra diaria, los consumidores obtienen entre un 20% y un 36% de cupones y vales descuento a través del móvil.