Medios y responsables de comunicación coincidieron en el papel destacado de los primeros para reducir la desinformación, un fenómeno que se ha ido sofisticando gracias al uso de la tecnología y que las plataformas de social media deberían hacer más por atajar.
Estas han sido las principales conclusiones de la jornada ‘Seguridad nacional y campañas de desinformación: el papel de los medios, las empresas y la gestión de crisis’, organizado el pasado 11 de octubre por la Unión de Televisiones Comerciales en Abierto (UTECA) y la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom) en la Oficina del Parlamento Europeo en España.
Eduardo Olano, presidente de UTECA, y Miguel López-Quesada, presidente de Dircom, abrieron el acto en un diálogo moderado por el periodista y ex-presentador de informativos Telecinco, Pedro Piqueras, quien se mostró pesimista frente al fenómeno de la desinformación: “El panorama que se ve en los medios y, sobre todo en las redes, no es muy alentador. Estamos en un momento complicado para la verdad como consecuencia de la abundancia de información, la sobre-información”.
De acuerdo con Olano, la lucha contra la desinformación es una tarea que compete, sobre todo, a las administraciones públicas, especificando la necesidad de que el Gobierno “dote con urgencia de recursos humanos y económicos suficientes a la CNMC para que pueda ejercer con eficacia su labor de supervisión a las grandes tecnológicas y plataformas multinacionales, donde nacen y crecen muchas de esas campañas desinformativas”.
“Los dircoms tenemos herramientas y mecanismos para activar la escucha social que es esencial para luchar contra los bulos”, añadió, por su parte, López-Quesada. “La transparencia y la responsabilidad en la comunicación son valores esenciales para construir la confianza de los ciudadanos. El papel de los medios de comunicación es fundamental y el rol de los dircoms y las empresas también es vital en este proceso”, expuso.
Más responsabilidad para las redes sociales
Coincidió en la necesidad de que las redes sociales tomaran un papel más activo en esta lucha, en otra mesa redonda, Irene Lanzaco, directora general de la Asociación de Medios de Información (AMI), quien recordó la diferencia que existe en la actualidad respecto a la responsabilidad legal que tiene la prensa y la de las redes sociales en cuanto a la difusión de información.
“Mientras la prensa está regulada y debe rendir cuentas, las RRSS se presentan como plataformas neutrales sin asumir responsabilidad legal por las mentiras y daños que generan”, proponiendo como solución “aplicar la misma responsabilidad legal a ambas, especialmente en temas como la difamación o la protección de la intimidad”. Aunque “el poder de las grandes tecnológicas dificulta esta regulación”.
No obstante, para Montserrat García, asesora principal para el AR/VP y el Servicio Europeo de Acción Exterior, las redes sociales también pueden ser una aliada, ya que aquí “hay muchos expertos, se comparte conocimiento… Lo que necesitamos es concienciar y formar a los jóvenes sobre su uso”.
Un tiempo en el que además se ha sofisticado la desinformación gracias a la tecnología, tal y como expuso Javier Zarzalejos, presidente de la comisión de libertades civiles, justicia y asuntos de interior del Parlamento Europeo: “Siempre ha habido bulos, pero estamos ante una situación cuantitativa y cualitativamente muy distinta por el propio progreso tecnológico que está añadiendo nuevas herramientas. La tecnología permite un análisis muy detallado y hábil de nuestros propios sesgos psicológicos, lo que multiplica el impacto de los bulos”.
Volver a la base del periodismo
Para combatirlo es necesario, asimismo, volver a los básicos del periodismo, tal y como coincidieron Vicente Vallés, director de Antena 3 Noticias 2, y Julián Quirós, director de ABC. “Necesitamos volver a prestigiarnos, respetar los estándares éticos y deontológicos y poner en cuestión las versiones oficiales. Nuestra función principal, como periodistas, es disentir de las versiones oficiales”, enfatizó este último.
Se sumó Francisco Moreno, director general de noticias de Mediaset, quien afirmó que el papel que dieron origen a los informativos de televisión debería continuar hoy día. A saber: recopilar hechos producidos en todo el mundo, seleccionar los más destacados y contarlos en un determinado orden, poniendo como garantía de veracidad y honestidad la marca que sustenta esas intenciones y la del prescriptor que las narra.
“Eso no debería cambiar, aunque cambie la tecnología”, concluyó.