La categoría de refrescos, tradicionalmente asociada a dinámicas promocionales basadas en el descuento, encuentra en Match Tonic Water un ejemplo de cómo crear valor añadido en el punto de venta.
La marca lanzó este verano su primer cuatro pack de Match Mediterránea con un elemento diferenciador: un vertedor que permite reutilizar la botella como aceitero de diseño, invitando al consumidor a prolongar la vida del envase y reforzando el vínculo entre sostenibilidad, creatividad y hogar.
El nuevo formato estuvo disponible en El Corte Inglés y Sánchez Romero, dos enseñas de referencia en el segmento premium, y el resultado fue contundente: las ventas se triplicaron durante el periodo promocional, consolidándose como best practice dentro del grupo de grandes almacenes.
Un caso de éxito en retail
La acción demuestra el potencial de la innovación en categorías maduras como la de tónicas y mixers. “Queremos que nuestra botella trascienda su ámbito de consumo y se convierta en una pieza que aporte belleza y utilidad al hogar. Es nuestra manera de unir creatividad, circularidad y ese espíritu Design You Can Taste que define a Match”, explicó Juan Carlos Maroto, CMO y cofundador de la marca.
Con esta iniciativa, Match no solo refuerza su posicionamiento en torno a Smartness, Design First y Never Ordinary, sino que también ofrece al retailer una propuesta diferencial para activar el lineal y atraer al consumidor con un producto cargado de valor experiencial.
El éxito del lanzamiento evidencia una tendencia creciente en el retail: los consumidores buscan experiencias y productos con propósito, más allá del precio. En este caso, Match ha conseguido vincular la compra de un refresco premium con la creación de un objeto útil y estético para el hogar, alineado con las corrientes de circularidad, sostenibilidad y diseño con propósito.
Este tipo de innovaciones apuntan a nuevas formas de dinamizar el lineal de gran consumo, ofreciendo al distribuidor un valor diferencial en un mercado saturado y muy sensible al precio.