La inflación y la subida estrepitosa de los precios al ir hacer la compra, así como las mejoras en cuanto a precio-calidad han sido determinantes para que el consumidor español tenga como primera opción a las marcas blancas. Sin embargo, tal y como señala Juan Carlos Gázquez Abad, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya, aunque las marcas blancas siguen siendo más baratas que las demás, el precio de estas también ha aumentado respecto a años anteriores. Aún así, los consumidores que confiaban en marcas nacionales a las que se les consideraba ‘las de siempre’ han tenido que recurrir a probar opciones más económicas, las mismas que ya aportan soluciones eficientes por lo que en poco o nada tienen que envidiar a los productos más caros.
Así es como Bosque Verde, Hacendado, Deliplus, GutBio, Bonté o Auchan se han convertido, a día de hoy, en marcas blancas conocidas por muchos compradores, quiénes acuden a cadenas comerciales de la talla de Mercadona, Día o Aldi a sabiendas de que con estas marcas se ahorrarán un dinero en sus cestas de la compra. En vistas a estos hechos y basándonos en los datos aportados por el informe de NielsenIQ, «Tendencias recientes del gran consumo», la marca de distribuidor subió en 2022 hasta alcanzar una participación del 46% de las compras en supermercados, tanto en las compras presenciales como en las online. Esto supuso un aumento del 16% en comparación al año 2021.
Marcas blancas con mayor crecimiento
Mientras que Mercadona debe el 72% de las ventas a marcas blancas como Hacendado, Bosque Verde o Deliplus; Lidl, tercer grupo en cuota de mercado en España, tuvo con la marca blanca una representación del 79%. Por su parte Aldi obtuvo un 70%, Dia un 58%, Consum un 32% y Carrefour un 28%. Todas han obtenido un crecimiento mayor respecto al 2021. Uno de los factores de supermercados como Mercadona y Lidl ha podido ser la importancia que le dan a la marca propia en sus surtidos, una marca que no existe en otros mercados competentes. Según Gázquez Abad, grandes cadenas como estas prefieren la presencia de las marcas blancas porque fidelizan la visita de los compradores, aumentan sus beneficios y son más fáciles de reponer a la hora de agotarse las existencias.
«Si la cadena X fideliza al cliente a su marca blanca, se asegura de que irá a comprar allí (ya que no hay marca blanca de esa cadena en otro sitio); sin embargo, si el cliente está fidelizado a una marca de fabricante, la cadena no se asegura la fidelidad de este, puesto que esa marca se vende en otras cadenas (incluso, en este caso, si la cadena se enfada con el fabricante y decide no vender esa marca en sus tiendas, el consumidor podría cambiar de establecimiento, al no encontrarla)», confesó el profesor. Gázquez Abad también explicó que la marca blanca ha dejado de ser una marca barata para convertirse en una más. Estas marcas han llegado a las redes sociales y se han hecho virales en ventas. Uno de los casos ha sido la crema Green Caviar de Deliplus.
Por otra parte, para el experto es muy complejo que los supermercados sólo contaran en sus existencias con las marcas propias. «Creo que es algo inviable por el momento. De hecho, los discounters como Lidl o Aldi están ampliando el tamaño de sus supermercados para incluir más categorías de producto y ofrecer más valor y variedad al consumidor», explica Gázquez Abad. La estrategia de Mercadona hace unos años cambió desde un modelo de inter-proveedores a «totalers»: «No le importa incluir en su surtido —a veces temporalmente— determinadas marcas nacionales. Si vas a Mercadona encontrarás Danone, Nocilla, Bimbo, Puleva, Coca-Cola… Es evidente que es una cadena poco «marquista», en el sentido de que su marca propia (Hacendado, Bosque Verde, Deliplus y Compy) tiene mucha mayor presencia. Algo similar a Aldi, Lidl o Dia (en menor medida). Pero de ahí a eliminar todas las marcas nacionales, va un mundo», finalizó.