Todas estas cifras se desprenden de un estudio realizado por Kelkoo (Precios Online Europeos), compañía especializada en comparación de precios online, en el que también se muestra que la mayor diferencia se da en el sector de los libros, con una diferencia del 209% entre el valor de un libro entre Gran Bretaña (5,67 euros) y Noruega (17,5 euros). La electrónica ofrece la menor variación de precios con una diferencia de costes del 33% entre mercados.
Los compradores británicos son los que consiguen mejores ofertas online en libros (-54,6%), música (-49,5%), juguetes (-27%), DVDs (-22%) y electrodomésticos (-12,7%), comparado con el valor promedio del índice. A su vez, los españoles obtenemos lo precios más baratos en alimentos básicos (-38,2%).
No obstante, según el informe, Estados Unidos continua superando a Europa en lo que se refiere a precios online, con un coste de la cesta de artículos un –35,4% por debajo del valor promedio. Por ejemplo, una Playstation 3 cuesta 171,88 euros en Estados Unidos, comparada con 295 euros en España y 322,7 en Noruega. En gran parte esto se debe a la relativa debilidad del dólar frente a la libra y al euro, combinado con unos impuestos sobre ventas inferiores en comparación a las tasas de IVA en Europa.
Por otro lado, solo un 27% de los consumidores online en España compran artículos fuera de nuestras fronteras. En Europa son 150 millones de ciudadanos los que compran habitualmente a través de la red, pero sólo 30 millones lo hacen fuera de sus respectivos países debido al recelo que suscitan temas como los costes ocultos, los reembolsos, los impuestos y las entregas.
El Parlamento Europeo pretende simplificar e impulsar las prácticas del comercio online entre los estados miembros a través de la Directiva sobre los Derechos del Consumidor, con el objetivo de reducir los costes y la burocracia entre los minoristas de Internet, y de ofrecer una mayor seguridad y un refuerzo en sus derechos de devoluciones, periodos de prueba y garantías.