Los inmigrantes que viven y trabajan en España confían mucho en las marcas conocidas y, en la medida de lo posible, están dispuestos a pagar más por productos cuyo nombre avala una calidad reconocida. Es la principal conclusión del estudio realizado por Nielsen sobre la población inmigrante que reside en España, en el que se ha entrevistado a casi 700 inmigrantes procedentes de América Central y del Sur, de África y de Europa del Este.
El 64,2% de los encuestados se muestra dispuesto a pagar más por los productos de calidad. Los más aficionados a las marcas son los inmigrantes de Europa del Este, con un 72,5% dispuesto a pagar por una marca con renombre, frente al 64,7% en el caso de los procedentes de África y sólo el 60,3% de los latinoamericanos, que resultan ser los menos marquistas.
Pese a esta predilección por las marcas, más de la mitad de los entrevistados, el 51,1%, confía más en lo que les recomiendan los dependientes de los comercios que en las propias marcas.
La confianza en los vendedores es mayor entre los inmigrantes procedentes de África y Europa del Este, donde supera el 54%, mientras en el caso de los latinoamericanos el porcentaje desciende al 48,1%.
Es habitual que la afición a las marcas se extienda a todos los productos de la misma firma, y también ocurre entre los inmigrantes. El 73,3% de los participantes en el estudio declara que si le gusta un producto de una marca concreta suele comprar otros de la misma marca. En esta línea destacan los latinoamericanos, con un 75,9% que declara estar totalmente o bastante de acuerdo; mientras entre los procedentes de África y de Europa del Este los porcentajes descienden al 70,5% y 70,3%, respectivamente.