Los banner expandibles, custom header, billboard y pushdown son los formatos publicitarios digitales más populares en EMEA. En el primer semestre han representando el 93% de todo el tráfico de rich media en la región. En el polo opuesto, pierden presencia los formatos más intrusivos como los floating ads, sidekicks y los interstitials.
Estas son algunas de las conclusiones de la “Guía Práctica de Formatos Publicitarios”, elaborado por Sizmek y que analiza los formatos de mayor rendimiento y los que generan una mayor implicación de los consumidores.
El estudio apunta que la región de EMEA establece el estándar global de selección de formatos publicitarios, con España como el país que se posiciona en primer lugar con respecto al número de impresiones servidas, seguido de Reino Unido. Según estos datos, los banner expandibles, custom header, billboard y pushdown son los formatos con mejor acogida, debido a su propia naturaleza interactiva: la oportunidad de conectar directamente con el anuncio aumenta la implicación del usuario, tanto con la marca como con el mensaje, generando una mayor notoriedad de marca.
Otra de las razones de peso por las que estos formatos generan un alto rendimiento, y que a menudo pasa desapercibida, es que las creatividades cuentan con la “llamada a la acción” del usuario tipo “saber más” o “ver este vídeo”, lo que captura inmediatamente la atención del consumidor y ofrece la oportunidad de implicarse con la marca. A pesar de que los CTRs (índice de clic realizado por el usuario por cada impresión) han sido prácticamente iguales a los de los anuncios estándar, los anuncios rich media generan un mayor impacto al mostrar contenidos más contundentes en la página de inicio.
Los formatos menos utilizados
La “Guía Práctica de Formatos Publicitarios” indica que los floating ads, sidekicks, así como los interstitials fueron los formatos menos exitosos. El elemento común que se le atribuye a estos formatos es la tendencia a aparecer sin el permiso del consumidor, circunstancia que acrecienta su impopularidad. La experiencia del consumidor es el elemento crucial que más se tiene en cuenta en publicidad, y por tanto, es susceptible de generar un impacto negativo en los anuncios que se consideran intrusivos.