Lidl elimina los elementos visuales dirigidos a niños y niños en los productos de marca propia que tienen un perfil menos nutricional. De esta forma, la cadena de supermercados retira el marketing infantil de más de medio centenar de artículos.
De esta forma, Lidl se compromete a superar los 60 artículos de marca de distribuidor para enero de 2026. La iniciativa refuerza su papel como agente de cambio en el sector, promoviendo elecciones de consumo más saludables y anticipándose voluntariamente a cualquier futura regulación nacional en esta materia.
Esta política contempla la retirada de elementos visuales diseñados para atraer la atención del público infantil, como personajes animados, colores llamativos o nombres lúdicos que no reflejan con precisión la naturaleza del producto.
Entre los ejemplos representativos destacan las galletas de chocolate Capitán Rondo, que han sustituido al personaje animado del pirata por un diseño sobrio centrado en el producto; las gominolas Ladrillos y Tubitos, que ahora muestran una representación realista de su contenido, o el Batido de Chocolate, que ha eliminado al perro animado para mostrar una imagen más natural y auténtica del producto.
Desde 2023, Lidl también ha dejado de realizar publicidad dirigida a menores sobre productos que no se ajustan a un perfil nutricional saludable, tanto en medios de comunicación como en sus propios canales, como el folleto. Las únicas excepciones a estas medidas son las campañas puntuales, como las de Navidad, Pascua o Halloween.
Además, Lidl asume su responsabilidad como agente de cambio, promueve los hábitos alimentarios más saludables y reduce la brecha digital en salud nutricional. Esta acción se enmarca dentro de la estrategia de Responsabilidad Social Corporativa de Lidl orientada a una alimentación más saludable, accesible y sostenible, en línea con los principios de la Dieta de Salud Planetaria.
Asimismo, Lidl trabaja de forma continua en la reformulación de su surtido para reducir los niveles de sal y azúcar e impulsa el consumo de frutas, verduras, productos integrales y proteínas vegetales. Todo ello con el propósito de que, en 2030, al menos el 20% de su surtido esté compuesto por este tipo de alimentos, reafirmando así su apuesta por un modelo alimentario más consciente y respetuoso con el medioambiente.