Es innegable que los códigos QR han llegado para quedarse al mundo del marketing en la era de los teléfonos inteligentes. Hoy los vemos en todas partes: en vallas y espacios publicitarios, en construcciones arquitectónicas, en mesas de restaurantes, en empaques de productos y hasta en plataformas en línea. Al escanearlos, nos trasladamos a otras realidades y se nos hace más práctico y sencillo el ingresar a ciertos lugares de internet. Poseen una cualidad lúdica e interactiva que invita a cualquiera a estrechar vínculos con quienes los suministran, así sea por mera curiosidad.
Y es que, tal como saben los expertos en mercadeo, estos elementos han resultado ser una herramienta clave para enlazar el mundo digital con el analógico, así como para llamar la atención de los potenciales clientes en diferentes sectores. A continuación, examinaremos el presente y futuro de los códigos QR y revisaremos las tendencias de mercadeo de vanguardia en las que estos se inscriben.
¿Para qué sirven los códigos QR en el marketing digital?
Los QR o Quick Response son elementos gráficos que sirven para almacenar información, que se decodifica al leerlos con una cámara o escáner. Esta información puede ser un archivo o un enlace a cualquier URL, a decisión de quien lo configura. Se distinguen de los códigos de barra tradicionales por su forma cuadrangular y su disposición de puntos en forma de matriz. Generarlos es muy sencillo y cualquiera con acceso a internet puede hacerlo gratuitamente a través de la plataforma de Beaconstac.
Los códigos de respuesta rápida se utilizaron por primera vez en Japón, a mediados de la década de 1990, dentro de un entorno empresarial. Sin embargo, fue con el auge de los teléfonos inteligentes y el internet móvil que sus usos se diversificaron y se descubrió su potencial dentro del marketing digital. Resultaron especialmente útiles durante 2020 y 2021, cuando la pandemia de COVID-19 forzó a aplicar medidas de restricciones de movilidad durante largos periodos y muchas empresas se vieron en la necesidad de implementar estrategias innovadoras para seguir en contacto con sus clientes.
Pero no solo son ventajosos en situaciones extraordinarias. En el día a día muchas marcas se valen de ellos para atraer al cliente, ya sea ofreciéndoles información extra sobre las tiendas, llevándolos al catálogo de productos, abriendo directamente aplicaciones y juegos, regalándoles cupones de descuentos, proporcionándoles la ubicación de los establecimientos de forma rápida, trasladándolos a las redes sociales de la empresa o enlazándolos a un cuestionario desde donde se puedan recopilar datos personales u opiniones relevantes. Los QR son polivalentes en ese sentido, pueden servir tanto para cumplir una función específica −llevar a un código de descuento, invitar a un evento, etc− como para trasladar de forma instantánea al cliente al entorno digital de la marca y conseguir la fidelización.
El marketing digital moderno y los códigos QR
El marketing digital está en permanente reinvención. ¿Por qué? Porque necesita adaptarse a los cambios vertiginosos en las demandas de los clientes, que van a la par con sus necesidades, preferencias y con los adelantos de la tecnología. Vivimos en una época en que la capacidad de atención de las personas se cuenta en segundos y se requiere que la información sea breve, concisa y atractiva para que pueda llegar a los receptores.
Una de las formas más usadas por los marqueteros para retener un poco más la atención del público es la interactividad. Demandar que el internauta pase de espectador a sujeto actuante y que tenga que intervenir para completar el mensaje, puede hacer que haya una mayor compenetración con la marca. Los QR son interactivos, cumplen su función solo cuando una persona utiliza su dispositivo móvil para escanearlos y comienza así a involucrarse con la marca que los dispone. En este sentido, se integran muy bien con ciertas tendencias del mercadeo digital que están en boga y marcarán el futuro de muchas empresas. Las más relevantes son las siguientes:
La realidad virtual y la realidad aumentada
Hace un par de años, el empresario Mark Zuckerberg anunció el lanzamiento del Metaverso, un universo de realidad virtual y realidad aumentada en el que se podrían llevar a cabo diferentes actividades y que revolucionará la forma en que nos socializamos. Esta idea es el ejemplo perfecto del boom de la VR y la AR, que −si bien no son nada novedosas− se han popularizado en los últimos años hasta llegar al mundo de la publicidad.
Muchas marcas han lanzado campañas que pretenden impactar al público, en las que añaden elementos virtuales a la realidad a través de cámaras. O, incluso, se han planteado preguntas acerca de cómo se promocionarán en el Metaverso y otros mundos similares de realidad virtual. Por su facultad de enlazar el entorno físico con el digital, los QR cumplen y seguirán cumpliendo un rol estelar en esta tendencia.
Las gamificaciones
Los juegos son una manera simple, pero efectiva, de involucrar a las personas con una marca o empresa. Se usan internamente, para estrechar lazos con los empleados y también externamente, para lograr la ansiada interacción con el público. En este último caso se puede decir que funcionan tanto para vender directamente como para fidelizar a los clientes.
A través de actividades lúdicas, se agrega valor a un producto o servicio. El público se siente motivado a interactuar con ellos y a pasar más tiempo en los canales de comunicación si en el proceso se les propone una competencia o un acertijo a resolver. Con el uso de los QR es posible guiar a las personas a juegos simples −o un poco más complejos− que les hagan vivir experiencias placenteras.
La omnicanalidad
La omnicanalidad en el marketing se refiere a la facultad de ofrecer múltiples canales, digitales y analógicos −todos ellos interconectados−, para crear una experiencia de compra y venta innovadora. El cliente debe poder, con un único perfil, ingresar a todos estos y realizar acciones que se vean reflejadas en cada plataforma. Es la evolución natural del marketing multicanal y cruzado, por lo que, seguramente, comenzaremos a ver a muchas marcas sumarse a esta tendencia.
Los QR dinámicos son una herramienta perfecta en estos casos por su adaptabilidad y por servir de puente entre diferentes plataformas. Ellos hacen que las transiciones de un portal a otro sean inmediatas y fáciles, además pueden emplearse para guardar información.