Junto a una mayor debilidad, un 36% de los encuestados por Burson-Marsteller y el instituto Penn Schoen Berland para realizar el estudio Preparación de Crisis 2011 reconoce que han sufrido alguna crisis relacionada con los fallos de seguridad digital o con las campañas de opiniones negativas en las redes sociales.
Casi la mitad de los directivos (49%) afirma que el auge de la comunicación digital ha hecho a las empresas más vulnerables que nunca ante las crisis. Sin embargo, solo el 38% ha apostado por incorporar a sus organizaciones un plan de comunicación digital que permita responder a una crisis 2.0. En Europa, ese dato asciende a un 33%, por detrás de Estados Unidos (37%) y Asia-Pacífico (52%).
Por otro lado, el 81% de los entrevistados admite que los social media desempeñan un papel cada vez mayor en la reputación corporativa durante una crisis. Así mismo, un 43% de los encuestados opina que la incapacidad de reaccionar de manera eficaz ante los nuevos medios de comunicación fue uno de los mayores problemas para las empresas en crisis recientes, como el caso de BP y las empresas afectadas por las filtraciones de Wikileaks.