Con las inquietudes manifestadas en las XI Jornadas de Producción de Cine Publicitario como hilo conductor, IPMARK organizó un nuevo encuentro con el sector, que moderado por Rocío Calderón, arrancó con la confesión de Francisco González, CEO de AVA, sobre la petición de un cliente para que le hicieran una canción íntegramente con IA. Una herramienta que los participantes en la mesa redonda afirmaron utilizar para agilizar los procesos del día a día, pero no en la generación de proyectos.
La IA, ¿aliada o enemiga para las productoras?
El melón abierto generó un largo debate. El principal problema que genera la IA a las productoras es el tema de los derechos, sin olvidar que hoy en día los clientes piden ejemplos a las productoras y agencias de cómo están implementado la tecnología. Tampoco dejaron pasar por alto que se diferencia claramente lo que está hecho por el ser humano y lo que está creado por la IA. Además, todos estuvieron de acuerdo en que es una herramienta de trabajo que ha venido para quedarse, pero que nunca sustituirá a la cabeza humana.
Plazos de entrega y permisos
Después del énfasis que hizo Ramón Corominas, ep& managing partner de Rebolucion, sobre que “la postproducción no se termina, se abandona” y que “cuanto más tiempo se tenga para generar un contenido, probablemente esté mejor”, tanto él como sus compañeros de mesa ahondaron sobre los plazos de entrega. “En agencia, la distribución de los tiempos está mal repartida”, reconoció María Iglesias, directora de producción audiovisual de Craft. “El timing está a veces dominado por los procesos legales”, incidió Corominas.
Antes de abordar el tema de los permisos, los asistentes pusieron sobre la mesa que hay a quiénes les cuesta meter prisa y presionar al cliente. Por otro lado, a nadie le gusta rodar un sábado o domingo, pero a veces no queda de otra y que cuando el timing es tan reducido, lo más justo es que se recompense económicamente debido a que las horas son fundamentales y el cliente tiene que ser consciente de que las cosas no se hacen en 10 minutos.
Como aspectos positivos, se señaló que la llegada de nuevas agencias creativas parece haber dado paso a una relación más cercana con las productoras, al tiempo que las administraciones se están adaptando y saben lo importante que es el negocio audiovisual para la economía española. “Los permisos de menores eran de 15 días, ahora son de siete”, puntualizó Corominas (Rebolucion). A su aportación le sucedió la de Franco Costín, CEO de Hands 4 Events, quien destacó que en “Madrid hay muchas facilidades y sólo con un certificado digital que se saca en una hora, se puede grabar sin mayor problema”.
Las dificultades en los rodajes
Sobre este tema, saltaron a la palestra ciudades como Barcelona, que tiene otros timings distintos a Madrid, pero también destacaron Bilbao, lugar en el que se está rodando mucho, así como Canarias, un archipiélago que devuelve un porcentaje de todo lo invertido en la isla durante el período de rodaje a los responsables del proyecto. Tras este inciso, los asistentes al coloquio de productoras manifestaron estar disconformes con la cantidad de personas ajenas al trabajo que acuden a los rodajes dificultando el dinamismo cuando sólo se necesita un interlocutor que de el visto bueno al plano y que estén in situ únicamente las personas que deciden.
Esta intromisión genera un incremento en los costes de producción y retrasos en el propio proceso del rodaje. “Debe haber un respeto hacia el equipo y al director por parte de agencia y cliente”, comentó Sara Hernández, productora ejecutiva & socia de La Joya. Ante sus palabras, Jonatan Andrés, producer de Somos 5 y Ramón Corominas, de Rebolucion, recordaron que “si hay un problema de seguridad, la productora es la responsable”.
Por su parte, María Iglesias, de Craft, rompió una lanza a favor de los creativos al decir que “para los creativos es una recompensa asistir a un rodaje y poder ver plasmada su idea”. Tras sus intervenciones, todos los participantes estuvieron de acuerdo en que les parece bien “premiar” a los creativos junior para que conozcan de primera mano su trabajo, pero no incluir a personas circunstanciales que acuden por hacerse la foto con el famoso o vivir la experiencia. Ligado a esto se abordó la necesidad de educar a los clientes y ponerles límites para que sean conscientes de las trabas que supone para las productoras encontrarse en las grabaciones con más de 20 personas ajenas a su labor.
Los concursos no pagados
“El proceso de un pitch tiene que ser compensado porque hay un trabajo previo y conlleva contratar a personas que tienen un coste”, expresó Guillermo Martin, founder & productor ejecutivo de Instante. Seguidamente, María Iglesias, de Craft, comentó que “habría que velar porque exista un acuerdo entre agencias y productoras para que se reconozca económicamente la labor de ambas en los concursos”.
Sobre la participación en concursos, todos coincidieron en que los costes cada vez son mayores y que es un esfuerzo que nadie recompensa poniendo fin a una conversación de casi dos horas en la que abundaron aprendizajes y anécdotas relacionadas con el sector de la producción y postproducción.
Asistentes
Jonatan Andrés, producer de Somos 5.
Ramón Corominas, ep& managing partner de Rebolucion.
Franco Costín, CEO de Hands 4 Events.
Marcos de Haro, co-founder & colorist de More Than Colour.
Leandro Ekman, international executive producer de Antiestático.
Francisco González, CEO de Ava.
Almudena Guerrero, manager de Extreme Music Spain.
Sara Hernández, productora ejecutiva & socia de La Joya.
María Iglesias, directora de producción audiovisual de Craft.
Guillermo Martin, founder y productor ejecutivo de Instante.
Juanjo Ocio, desarrollo de negocio de We Are CP.
