El marketing está cambiando. Mientras que su enfoque tradicional se concentraba en el consumidor, el paradigma actual pone a la humanidad en el centro de todo. La audiencia ya no se ve como meros receptores pasivos, sino como seres humanos completos, comunicadores activos que tienen que ofrecer sus puntos de vista personales.
Hemos entrado en la era del human-centric marketing. Formarse en las nuevas tendencias en marketing digital es la mejor manera de conocerla, pero puedes hacer tu primer acercamiento a esta tendencia leyendo este texto.
¿Qué es el human-centric marketing?
Como decíamos, el marketing digital ha evolucionado del customer-centric (centrado en el cliente) al human-Centric (centrado en la persona). De esta forma, ya no concebimos a nuestro público como simples consumidores, sino como interlocutores en una relación cada vez más personal con la marca.
El human-centric marketing es una nueva tendencia que surge cuando las empresas descubren la importancia de las personas y se enfocan más en el lado humano. Una marca human-centric busca integrar en sus estrategias de negocio características humanas como la empatía, la compasión, la reciprocidad, la justicia o la amabilidad.
Las compañías que deseen adoptar una visión human-centric han de plantearse una serie de preguntas:
- ¿Qué pueden obtener u ofrecer las personas que forman parte de la empresa que resulte de valor para el destinatario de nuestra campaña?
- ¿Cómo las decisiones empresariales pueden afectar a las personas?
- ¿Cómo crear valor para los trabajadores para que se transmita de cara al cliente?
En resumen, una estrategia human-centric parte siempre de las personas y pretende lograr un equilibrio entre objetivos humanos y de negocio.
¿Cómo medimos el éxito de una estrategia de human-centric marketing?
Tradicionalmente, para conocer el éxito de una marca, el foco se pone en los resultados. Tiene lógica, éstos son medibles y dejan poco espacio para la subjetividad. Sin embargo, ello a menudo lleva a que el fin justifique los medios. En otras palabras, el problema de esta visión es que las personas (tanto empleados como clientes) acaban siendo vistas como medios.
En cambio, con el human-centric marketing, se le hace sitio a la subjetividad. Las personas tienen distintas necesidades y expectativas, así que resulta más complicado guiarse por criterios objetivos.
No obstante, la dirección de la compañía ha de establecer objetivos para saber si se está avanzando en la dirección correcta. Aunque estas metas ya no sólo responderán a KPI empresariales, y es que elementos como el desarrollo y el bienestar de las personas entran también en juego.
En definitiva, el éxito ya no se mide únicamente por los productos vendidos, sino que también tiene en cuenta la fortaleza de las relaciones con los clientes.
Beneficios del human-centric marketing
El human-centric marketing identifica nuevas áreas de crecimiento. Al adentrarse en la mente de los clientes para conocer sus expectativas, es posible detectar necesidades que no estén siendo satisfechas.
Asimismo, aumenta la satisfacción de los clientes. Esto se debe a que las marcas se preocupan más por ellos, lo que acaba resultando en una mayor fidelización y recomendaciones hacia otras personas.
También mejora el branding, dado que la experiencia de cliente está presente en todas las fases del proceso de compra. Lo que provoca un impacto positivo en las personas.
Además, aunque no lo parezca, centrarse en los objetivos humanos hace que los resultados económicos mejoren todavía más. Cuando velas por los sentimientos de tus empleados, el resultado será un trabajo estimulante y un buen clima laboral. De este modo, la plantilla se siente más implicada y su rendimiento aumenta.
El ciclo de vida del human-centric marketing
Para plantear una estrategia de human-centric marketing, hay que ofrecer las soluciones apropiadas a los problemas adecuados. Por ello, el human-centered design se basa en dos etapas: descubrimiento de problemas y resolución de problemas.
Conclusión
El human-centric marketing es una de las tendencias que los nuevos estudiantes de marketing digital han de aprender si quieren adaptarse a los cambios que se avecinan. Ahora los clientes no se ven como simples consumidores, sino como personas con necesidades y expectativas, lo que supone toda una revolución para las empresas. En la actualidad, no sólo importan los resultados económicos, sino el impacto positivo en los clientes y empleados.
