España encabeza por tercer trimestre consecutivo las expectativas económicas de Europa pero los datos sobre previsiones de gasto siguen siendo negativos. Los españoles no tienen la confianza ni los recursos necesarios para incrementar el consumo más allá de sus necesidades básicas.
Además, esta situación no va a cambiar en los próximos meses, según dictamina la consultora GfK en el estudio “Clima de consumo en Europa”. Las buenas expectativas económicas, que España lidera con 34 puntos, no son suficientes para mejorar las previsiones de gasto, cuyo indicador se sitúa en -5 puntos, solo por encima de países muy golpeados por la crisis, como Rumania (-6), Polonia (-9), Portugal (-21) y Grecia (- 37).
Expectativas de ingresos
Las previsiones de gasto están directamente relacionadas con las expectativas de ingresos, que registraron en septiembre 20 puntos, sólo dos más que en el trimestre anterior. De nuevo, al analizar el comportamiento anual entre septiembre 2014 y el mismo mes en 2015, el resultado arroja 15 puntos de incremento, lo cual indica una mejoría en las perspectivas a corto plazo, aunque no suficientes como para impulsar el consumo en los hogares.
Sin embargo, hay un dato que llama la atención de forma positiva y es la percepción del final de la crisis cuyo indicador, por primera vez desde 2011, baja de los tres años. En cualquier caso, Laura Serrano, responsable del estudio en España, señala que “para que las perspectivas locales mejoren de manera significativa, deben evolucionar todos los indicadores. En España todavía no se ha alcanzado el nivel de PIB previo a la crisis y las cifras de paro continúan siendo muy elevadas”.
Grecia y la crisis de los refugiados
El nuevo paquete de ayudas y las segundas elecciones en Grecia, además de la llegada de los refugiados procedentes en su mayoría de Siria son varios temas que están influyendo en las expectativas económicas de los europeos, especialmente en Alemania, donde los ciudadanos esperan un aumento del desempleo como resultado de la incorporación de los refugiados al mercado laboral.
Esta percepción ya se ha hecho sentir durante estos tres últimos meses, puesto que las expectativas en relación al empleo han caído 20 puntos en el mes de agosto y otros 15 en septiembre. Queda por ver hasta qué punto su integración en los distintos países tendrá consecuencias económicas y afectará al estado de ánimo de los consumidores.
Como consecuencia de lo vivido estos meses en Europa, en el trimestre julio – septiembre, las expectativas económicas cayeron en 11 de los países consultados, mientras que sólo en cuatro mejoraron. Entre los primeros destaca Grecia, con un descenso de 20 puntos. Sin embargo, en esta caída le aventajan la República Checa con -31 y Bélgica con -23. La de mayor trascendencia recae en Alemania con -19 puntos. Entre el grupo de países más optimistas destacan Austria con + 20, Bulgaria con +6 e Italia con +5.