El metaverso ha sido uno de los principales protagonistas en la conversación de nuestro sector en 2022. Sin embargo, la conversación no siempre tiene reflejo inmediato en la realidad y a día de hoy no hay proyectos suficientemente atractivos en el metaverso, al menos a nivel publicitario.
Texto de Quique Cadórniga, socio fundador de la consultoría de esports Well Played Brands y miembro de la Comisión de Tendencias y Plataformas de BCMA Spain
Las marcas están desviando la atención de manera errónea a ese campo porque el nombre es ‘molón’ y es la palabra en boca de cualquier gurú de LinkedIn.
La mayoría de los metaversos actuales carecen de dos cosas muy importantes: diversión y usuarios. Ambos elementos son imprescindibles para que existan comunidades a las que impactar con nuestras campañas. Dos componentes que están, sin duda alguna, presentes en los esports y otros eventos de Twitch.
Parece que algunos profesionales del marketing están haciendo mucho por vender un metaverso que, de momento, ni “existe” ni es único. Ya hemos podido leer que hay personas y compañías comprando terrenos en el metaverso, o creando monedas y cosas similares. Sin embargo, esas mismas empresas no realizan activaciones en juegos con millones de usuarios y espectadores como: League Of Legends, Fortnite o GTA.
Y aquí es donde nosotros hacemos mucho hincapié. ¿Por qué queremos correr antes de gatear? ¿Por qué hablamos de lo que puede llegar a ser el metaverso en unos años cuando apenas hay marcas que están aprovechando las oportunidades actuales?
Experiencias virtuales
De momento, las principales alternativas de experiencias virtuales giran en torno al entretenimiento y a la competición y, en cualquier caso, se pueden dividir en dos categorías:
- O bien te conectas a un juego y participas en algo que ocurra en un mundo virtual, como puede ser el Grand Theft Auto y sus famosos ‘roleplays’.
- O bien te conectas a una plataforma donde se transmiten estos contenidos y participas en su comunidad apoyando y siguiendo a creadores viendo sus aventuras y sus partidas.
Independientemente de si eliges una u otra forma estarás participando en el “metaverso» que existe hoy en día.
De la misma forma, los esports ofrecen oportunidades reales, que se pueden aprovechar ahora mismo, sin divagar sobre el futuro del mundo. League of Legends es un gran ejemplo, la liga española crece en audiencia año tras año y los equipos nacionales se asientan en competiciones como la LEC (la liga europea, algo parecido a la Superliga que quería crear Florentino). El LOL es el esport más importante y, al igual que en el fútbol, España es un país donde se vive con pasión y se compite con calidad; ya tenemos estrellas a nivel mundial como ElYoya, Razork o Flakked.
Valorant también supone una gran oportunidad que seguirá creciendo en 2023 y arrebatando cuota a juegos como Counter Strike.
Por otro lado, existen hitos en Twitch para las marcas que quieran impactar a este target sin asociarse al mundo de los videojuegos de una manera directa. En la plataforma se producen eventos con muchísima audiencia como: Kings League (fútbol), La Velada del año (boxeo), el Gran premio de Twitch (karts), Disaster Chef (cocina) o streams IRL donde los creadores graban su día completo realizando distintos planes.
Una serie de fenómenos que el marketing no puede obviar si quiere conectar las marcas con el público (ya no solo joven) y con gran eficacia publicitaria. Se trata de conocer y adaptarse al terreno de juego o ir acompañado de expertos. Esa es la gran clave del éxito no sólo en la conversación, sino en la vida real que ya tiene un pie en la virtual.