Las principales conclusiones son las denominadas motivaciones subsconcientes de los consumidores. “La mayor parte de las decisiones que tomamos cada día se llevan a cabo en una parte del cerebro en la que ni siquiera somos conscientes”, señala Lindstrom. Así, los fumadores contestan que las advertencias sobre los peligros del tabaco funcionan, pero en la práctica sólo lo hacen en su parte consciente y racional, porque su subconsciente va por otro lado. Y cuando la pregunta se acompañaba de imágenes, los fumadores tenían más ganas de sacar un cigarro de su cajetilla.
La investigación también quita importancia a los logos de las marcas, y asegura que otros sentidos como el olfato o el oído influyen más en la decisión final de los consumidores. En cuando al product placement, incide en la importancia que tiene su integración en la acción, incluso por encima de la inversión realizada. La conclusión más clara para Lindstrom es que el neuromarketing será cada vez más importante en la investigación publicitaria para lograr mayor eficacia.