La nueva lata, de 33 centilitros, incorpora, además, una tapa especial de plástico biodegradable y reciclable que protege el contenido de la suciedad y ayuda a preservar el gas natural del agua.
Con este lanzamiento, la compañía pretende acercarse a nuevos públicos y generar nuevos momentos de consumo hasta ahora complicados con el envase de vidrio. Todo ello responde a una estrategia empresarial muy concreta encaminada a la diversificación de productos y a la apertura de otras vías de venta diferentes a las tradicionales.
Dentro del sector de las bebidas enlatadas, donde competirá con refrescos y cervezas, Vichy Catalán quiere posicionarse como el “refresco más saludable”.