La oficina neoyorkina de Landor ha sido la encargada de esta evolución de la imagen de marca de Ron Cacique, que coincide con una revisión del sabor para adaptarse a los nuevos paladares aunque manteniendo el mismo proceso de añejamiento y elaboración (hasta cuatro años en barrica de roble americano).
La nueva imagen de la botella incorpora un baño de oro en el papel natural de su etiqueta, con el objeto de reforzar la idea de producción artesanal en las cuencas del Amazonas. El envase también se ha estilizado y su total transparencia permite apreciar con más claridad las tonalidades del nuevo ron.