Cuando he visto alguno de esos espacios lagoteros de los que habla Fernando, siempre me han parecido un ejemplo de cómo llamar la atención, que no hacer publicidad, sin conocimiento de qué es una marca. Cosa normal, por otra parte, en un país donde existen demasiados anunciantes ignaros en técnicas de branding y comunicación.
En la percepción del espectador, esos espacios pro-marca en tiempo de crisis parecen tener el objetivo de promover el consumo de marcas oficiales frente a las conocidas como marcas blancas y sus precios más bajos