Hasta el momento, las posibilidades de esta tecnología se habían probado en otros países y en otros sectores como el cine, los parques temáticos o la industria aeroespacial. Dentro de la actividad publicitaria se podrá aplicar a cualquier canal, incluyendo eventos, presentaciones, packaging y punto de venta.
La Realidad Aumentada sólo requiere estar en posesión del software, un ordenador y una webcam. Según Mónica Deza, ceo de Universal McCann afirma que ”los anuncios que hacen uso de la Realidad Aumentada cumplen a la perfección con los requisitos básicos de la publicidad eficaz: permiten la interacción del consumidor; la personalización del contenido y que los resultados sean medibles en tiempo rea. Además, el efecto de sorpresa y fascinación que producen es tal, que hacen que se incremente el recuerdo de la acción publicitaria”.
Así mismo, el coste de esta tecnología es accesible para cualquier anunciante, incluso para aquello que no pueden recurrir a la televisión.