La hora de los mejores

Pues bien, parece que el año se encamina hacia un final que se asemeja a un estado de somnolencia comatosa

Pues bien, parece que el año se encamina hacia un final que se asemeja a un estado de somnolencia comatosa en el que todos parecemos felices y conformes. Para salir de ésta, más de lo mismo, todos refugiados en los cuarteles de invierno y sobre todo, no tener la culpa de nada, no vaya a ser que nos pillen en una postura arriesgada y haya que pagar la apuesta.

Es verdad que la cosa está complicada, pero no es menos cierto que es ahora cuando mejor se puede apostar en buenas condiciones y con un riesgo mínimo. Todos los medios ayudarán, todos los soportes estarán encantados de recorrer el camino del trabajo para consolidar estrategias de éxito, pero hace falta una cosa, sólo una cosa: ganas de hacerlo.

Ya sabemos que el dinero es escaso, que es poca la mies y muchos los segadores, pero hay grano por segar y campos donde hacerlo. Ánimo y a por ello, que se puede hacer.