El acceso a internet es un derecho para muchos pero un privilegio para otros. En la España vaciada hay una escasez de infraestructuras de telecomunicaciones provocando una brecha de desigualdad. Un paso por detrás del resto del país. Entonces, ¿estamos ante la España olvidada?
Ahora que el teletrabajo ha llegado para quedarse, se ha convertido en una pieza clave en el futuro tecnológico diseñado. A pesar de que el 2020 ha supuesto un antes y un después, la falta de cobertura móvil y banda ancha en el mundo rural, inhabilita a los pueblos de menos de 5.000 habitantes como competencia frente a las ciudades.
En 2011, la ONU reconoció internet como un derecho internacional. Pese a que la necesidad de conexión en, muchas ocasiones, sea comparada con la educación o la sanidad, lo cierto es que los ciudadanos del mundo rural sufren también de desconexión. Así se demuestra en “Cómo es el consumo de Internet en la España Vaciada”, -el primer estudio que analiza las principales pautas de consumo de internet en el mundo rural elaborado por Eurona-.
España vaciada: ¿desconectados?
En la España vaciada el 78,3% de los habitantes tienen internet en sus casas frente al 88,1% de la población total. Sin embargo, la fibra óptica es la fuente principal a la Red en los urbanitas pero solo se encuentra en los hogares de 3 de cada 10 rurales.
Internet y las redes sociales han conseguido formar una fusión casi perfecta. Por ello, el 67% de la población rural utiliza conexión a internet para conectarse a RRSS contra el 74% de la población total. Pese a ello, ambos mundos están enganchados a las mismas plataformas, destacando, sobre todo, Facebook, Instagram y Twitter.
Tendencias pandémicas
El año 2020, sin duda, ha sido un año peculiar. Marcado por la pandemia, el teletrabajo y las videollamadas. Por esto, el hogar se convirtió en el lugar por excelencia de uso de internet. Con el teléfono móvil como dispositivo más utilizado.
Una conexión en plena pandemia que llegó por franjas de edades. Por eso, solo el 59,6% de los mayores de 60 años tenían conexión a internet en casa, versus el 91,1% de la población entre 14 y 25 años.
Las actividades en casa aumentaron: incrementó más del 6% las Smart TV y más de un 30% las videoconsolas. Además, ante la necesidad de socializar, de ver a familiares y amigos, más del 80% utilizaron aplicaciones de videollamadas.