El 81% de los consumidores se vuelven impulsivos durante el periodo navideño y acaban cargando su cesta con productos que no tenían previsto adquirir. La decisión de compra cobra tintes irracionales, especialmente entre las mujeres y los jóvenes, mediatizada por el componente emocional de estas fiestas.
Son algunas de las conclusiones del estudio realizado por RMG & Asociados a través de Foro Internacional del Marketing sobre el perfil del consumidor en Navidad, que concluye que solo el 19% de la gente mantiene la cabeza en su sitio y compra solo aquello que tenía previsto. La Navidad sigue teniendo un componente emocional muy potente que mueve a las compras irracionales.
Las mujeres, de acuerdo con los datos que arroja la investigación, son más propensas al impulso en la decisión de compra (63%), seguidas de los consumidores más jóvenes (41%). Los hombres que se dejan llevar por el “flechazo” a la hora de ir de compras son un 14%. Las personas más mayores son las que menos se dejan seducir en el momento (7%).
Además de esa emotividad implacable con el bolsillo, las variables que más influyen en los hábitos de los consumidores navideños son los ingresos, las ofertas y las rebajas. Así, el 57% de los encuestados reconoce que la reducción de ingresos que ha impuesto la crisis les ha obligado a modificar sus hábitos de consumo. Por el contrario, el 24% opina que las Navidades son fechas especiales en las que el consumo se potencia.
En general, la mayoría de los españoles tienen el propósito de gastar este año lo mismo que en anteriores (35%), y hasta un 18% afirma que ha reducido su presupuesto navideño. El 43% hace una declaración de intenciones apostando por un consumo más racional y solo el 3% tirará la casa por la ventana comprando más que nunca.
Rebajas ficticias
El 59% de los entrevistados para la elaboración del consumo opina que las rebajas tienen truco: el 34% opina que son pura ficción y el 25% que los productos ofertados son de calidad inferior.
Frente a los incrédulos, un 24% afirma que los descuentos son reales, “máxime en esta etapa de crisis en la que los comercios no venden todo lo que quieren y aprovechan las rebajas para vender más”. Y otro 15 % cree que los productos que ofrecen las tiendas están realmente rebajados respecto a su precio inicial”.
El futuro del pequeño comercio
En el panorama actual, donde el pequeño comercio se ha visto seriamente amenazado por las grandes superficies, cadenas de franquicias, category killers con precios competitivos y el crecimiento progresivo del e-commerce, la supervivencia de los comercios tradicionales y tiendas de barrio exige cambios y reinvención.
El 57% de los consumidores de nuestro país piensa que los mercados han cambiado y los comercios deben reinventarse e innovar en su actividad, mientras que para el 44% Internet y el comercio electrónico es una gran amenaza para el comercio tradicional. Sin embargo, hay dos aspectos que se valoran a la hora de ganar competitividad en el pequeño comercio: la actitud emprendedora y profesional por parte del propietario.