La crisis como oportunidad

De las siete acepciones que recoge el Diccionario de la lengua española de la RAE sobre la palabra crisis voy

De las siete acepciones que recoge el Diccionario de la lengua española de la RAE sobre la palabra crisis voy a quedarme con la primera para definir la situación a la que hemos llegado en España en los últimos meses. Dice el diccionario que una crisis es “un cambio brusco de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya sea para agravarse el paciente”.

La crisis que estamos viviendo hoy nos está sorprendiendo precisamente por la brusquedad con la que ha aparecido. El elemento más diferenciador es, justamente, la interconexión e interdependencia de los distintos mercados. Aunque en el fondo, en nuestro sistema económico, la causa última de las inevitables cíclicas crisis siempre es la misma, el exceso de confianza en tiempos de bonanza que lleva a asumir riesgos inaceptables que terminan cobrándose muchas víctimas. La crisis durará hasta que el mercado se haya recompuesto, limpiando todo aquello que no se sustentaba en una base real de valor: la relación con el cliente. Y no lo olvidemos, los investigadores lo sabemos perfectamente: en último término, el cliente final es el consumidor. Restablecer su confianza es la clave para superar la crisis.

Para el sector de investigación de mercados los aspectos de la crisis están empezando a notarse en aquellos sectores que se ven más afectados, como son los relacionados con el negocio de la publicidad, o en bienes de equipamiento o consumo duradero. Pero, por otro lado, el desconcierto que provoca esta situación genera a la vez más demanda de información a los investigadores.

NUEVOS HÁBITOS Y TENDENCIAS. Así, el retraimiento actual del consumo, el incremento del coste de la vida, la devaluación de los ahorros, el incremento del paro y las noticias que nos llegan diariamente sobre economía están provocando una gran desconfianza hacia el futuro inmediato. El consumidor se ve obligado a modificar sus pautas de comportamiento, que son cada vez más imprevisibles. Acercarse a él para descubrir las nuevas oportunidades que ofrece el mercado y conocer los nuevos hábitos y tendencias de consumo son los objetivos de la actual demanda en investigación de mercados. De este modo las empresas fabricantes de bienes de consumo cuentan con información y asesoramiento adecuado para tomar sus decisiones de reorientación del negocio en un nuevo contexto económico.

Al mismo tiempo los clientes de investigación están demandando a los institutos que los estudios se realicen con rapidez, exigiendo gran flexibilidad en el planteamiento y garantías de calidad en el servicio prestado. En definitiva, cuestiones que se pueden mirar desde dos ángulos distintos, como retos y oportunidades que se pueden aprovechar o como problemas sin solución.

no vale cualquier investigación. En este punto la investigación de mercados no puede perder de vista algo muy importante en tiempos de crisis, sus fundamentos y el valor de los que tienen más experiencia. No vale cualquier investigación, hecha de cualquier manera. Hoy se demandada más una investigación de aproximación, muy operativa y orientada a la toma de decisiones que nos encauce ante las incertidumbres de este mercado en convulsión, que una investigación de tipo más académico-descriptiva.

La apuesta por la calidad que desde hace años viene haciendo Aneimo es hoy la garantía real de que las empresas de investigación de mercados que representamos estamos preparadas para afrontar los retos que acabamos de mencionar.

Afortunadamente, el sector de investigación de mercados en nuestro país es ya un sector maduro y en alza. Los resultados alcanzados en los últimos ejercicios registran crecimientos cercanos al 10 por ciento. No en vano España ocupa el quinto lugar de Europa y el octavo del mundo. La apuesta empresarial ha sido clara en estos años hacia el desarrollo tecnológico y la especialización. En Aneimo ya hay casos de empresas asociadas que se dedican a investigar en sectores de actividad concretos o a utilizar instrumentos muy especializados. Es la forma de responder a una demanda exigente en tiempo, recursos y métodos.

MÁXIMA PRUDENCIA. Nuestra perspectiva sobre los resultados del presente ejercicio son optimistas por cuanto se prevé un crecimiento del sector en torno a la inflación, que en el contexto actual es una buena perspectiva. Para el año que viene, el pronóstico de Aneimo es de máxima prudencia, porque la evolución obviamente viene condicionada por la situación de los distintos mercados.

Tradicionalmente las crisis afectan al mercado de la investigación de una forma más suave que a otros mercados paralelos al nuestro. Su efecto se retrasa más y su remonte empieza antes, ya que es el primer paso para las nuevas inversiones que reanimarán el mercado. Pero, como decíamos antes, toda coyuntura adversa como la actual es un período de saneamiento, de cura, en todos los sectores.

Quienes tienen capacidad financiera tendrán más probabilidades de resistir en el tiempo; quienes han ido innovando en los últimos años serán capaces de ofrecer mejores productos; y quienes han cubierto sus espaldas y han asentado su negocio sobre una base sólida tendrán mayores garantías de éxito. En definitiva, para Aneimo, la crisis es una oportunidad de la que salir reforzado como sector y como empresas.

(*) Lluís Fatjó-Vilas es presidente
de Aneimo.