Ahora la Ley de medidas fiscales y administrativas que acompaña a los presupuestos de 2012 (conocida como ley escobaya que se utiliza para introducir reformas legislativas sin pasar por la tramitación ordinaria) incluirá una excepción: “la publicidad exterior de bebidas que obtienen su graduación mediante fermentación de la uva, manzana o cereales y cuya graduación no supere los 20º centesimales”. De modo que, en breve, el vino, la cerveza y otras bebidas alcohólicas podrán anunciarse en las calles.
La publicidad del alcohol se regula comunidad a comunidad, puesto que no existe una legislación estatal común. Entre 2004 y 2007 la entonces ministra de Sanidad, Elena Salgado, trató de sacar adelante, sin éxito, una Ley del alcohol que limitaba la publicidad de cerveza, vino y sidra para prevenir su consumo entre los menores. Tras la redacción de dos anteproyectos, la oposición de las industrias vitivinícolas y cervecera y de las diferentes comunidades autónomas productoras de vino acabó por arrinconar la iniciativa.
Por otro lado, el Tribunal Supremo prohibió la publicidad de alcohol en la calle en una sentencia del 3 de enero de 2011 a favor de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), que había denunciado la presencia de vallas de una marca de whisky en varías vías principales de Madrid. El fallo tildaba de “publicidad ilícita prohibida” los anuncios, basándose precisamente en la Ley de Drogodependencias y otros trastornos adictivos que el ejecutivo madrileños e dispone a modificar.