El proyecto consistía en diseñar la nueva arquitectura gráfica de la familia y, al mismo tiempo, reforzar los valores de imagen de Matutano.
Desde La Cía se señala que la estrategia de diseño se basó “en comunicar conceptos totalmente innovadores en esta categoría, como naturalidad y suavidad, en el sabor, a través de argumentos visuales muy potentes que apelan a un público en parte adulto, que ha crecido con estas marcas”.
En definitiva, mantener la esencia de cada marca (Fritos, Bocabits, Bugles 3D), pero con un planteamiento actual, distintivo y con mucha fuerza en el lineal, algo que se antojaba fundamental para que la solución creativa alcanzara su cometido, declara Pepe Torquemada, director de La Cía de Packaging.
Dentro de una línea gráfica común, cada marca se recrea en un ambiente que evoca calidad, naturalidad y liderazgo. Los ingredientes juegan un papel importante, así como el tratamiento fotográfico del producto como protagonista del envase.
Todo lo anterior, sumado a la combinación cromática, la textura y degradados de los fondos y el uso de un material de impresión mate marcan “un hito en diseño de packaging, alejándose 360 grados de los códigos convencionales de la categoría”, dicen desde La Cía de Packaging.