El oversharing, entendido como esa adicción a compartirlo todo en las redes sociales se ha dejado notar en España como un concepto vinculado con la ansiedad y depresión, especialmente entre los más jóvenes.
Tal y como afirma el estudio de Línea Directa que analizó el uso del teléfono móvil de los usuarios en tiempo real, las personas pasan de media cuatro horas diarias en las redes sociales. En el caso de la Generación Z, edad comprendida de los 18 a los 30 años, el 24% usa el móvil más de ocho horas diarias.
En esta dirección, el 51% de la población española tiene perfil público abierto en redes sociales y 2,7 millones de españoles tiene más de 2.000 seguidores actuando de influencers. En este territorio, el 56% de los usuarios sube fotos a sus redes sociales y más del 40% utiliza filtros para retocar imperfecciones. De esta forma, la adicción a las redes sociales está vinculada un 55% con la ansiedad y un 52% con la depresión.
Además, el estudio de Línea Directa estima que el 30% del oversharing se relaciona con la incapacidad para regular las emociones. En el caso de los niños de 12 años, más del 70% posee móvil propio, pero no hasta los 14 cuando comienzan los problemas de salid mental. En este sentido, el 63% de los españoles culpa a las redes sociales. Ante estas situaciones, se están tomando medidas como restringir los filtros de belleza en TikTok a los menores de 18 años.
Respecto a las comunidades autónomas que hacen más uso de las redes sociales sobresalen Madrid, Galicia, Cataluña y Extremadura, entre otras. Esta necesidad por compartir sus vidas y hacerlas públicas, así como enterarse de las vidas de los demás es una vía de escape para evadirse de los problemas que los españoles, en este caso, presentan en la vida real. El 25% de los usuarios afirma utilizar esta plataforma para reducir su sentimiento de culpa.
No obstante, la ansiedad y la depresión son síntomas que producen las redes sociales al mostrar vidas felices y perfectas que forman parte de una realidad virtual que, en muchos casos, nada se parece a la real. En este aspecto, gran parte de los usuarios recurren a este universo para proyectar su malestar emocional, estar pendientes de las vidas de otros y compararse, sin poder evitar ese ambiente hostil en el que el 55% recibe comentarios ofensivos dando pie al ciberbullying por parte de personas que descargan con otros y de manera anónima, en muchos casos, sus propias frustraciones.
Tras la presentación del estudio de Línea Directa, destacaron algunos puntos a destacar para evitar la adicción a las redes sociales. Uno de ellos es evitar la dependencia desde la infancia, evaluar el estado emocional de la persona antes de entrar en redes sociales y desactivar las notificaciones, así como establecer límites en tiempo de uso.