Una asociación libre sin ánimo de lucro cuyo precedente habría que buscarlo en el conocido Hall of Fame de la AAA, aunque su estructura y mecanismos de funcionamiento sean distintos.
La Academia, sobre la que pueden encontrar información en las páginas interiores de este mismo número, tiene como primer objetivo fundacional y corporativo identificar, reconocer los méritos y honrar a aquellas personas que se hayan distinguido profesionalmente en la publicidad española y actividades afines de la comunicación comercial, en cualquiera de las especialidades y ámbitos en que se ejerzan: agencias, medios, anunciantes, asociaciones, instituciones, docencia, etc., etc. Se trata de premiar públicamente, según los promotores, a quienes “con su trabajo hayan contribuido al desarrollo, eficacia y excelencia de esta actividad profesional y, al tiempo, a la mejora de su reputación y consideración en la sociedad española”.
En este país, y no sólo en este, existen los más variopintos premios expedidos por las diversas asociaciones del sector de la comunicación. Unos más serios. Otros no tanto. Algunos incluso también ad personam, aunque comúnmente de forma más esporádica y en función de unos intereses legítimos, pero más particulares. Que una entidad como la que nace ahora, y desde una óptica más amplia y comprensiva, tenga como objetivo básico, que estamos seguros lo va a cumplir con el mayor rigor y solvencia, honrar a los grandes profesionales de la comunicación comercial, pero en vida y una vez que ya han completado su ciclo profesional en activo, no puede merecer más que parabienes. Al parecer cuenta también con el plácet de las demás asociaciones. Le deseamos todo el éxito del mundo.
Reconocer el mérito y la aportación extraordinarios de los mayores no sólo es de bien nacidos, sino que responde a la necesidad de contar con ejemplos a seguir. Y ahora, a puntarse como socios. Es algo que está al alcance de todos los bolsillos.
mharo@ipmark.com