De nuevo son los “hombres Balay” los protagonistas de esta película y los que se las arreglan para que el mundo sea más cómodo.
Con el lavavajillas de Balay que sólo consume 9 litros de agua como partida, el spot muestra una cadena de hombres Balay que se va pasando un cubo de agua, símbolo del ahorro, por toda la ciudad de Zaragoza, hasta llegar a un niño que recibe el cubo en medio de un paisaje verde, metáfora del medio ambiente.
El rodaje tuvo lugar en Madrid y Zaragoza, ciudad de origen de la compañía Balay. La producción corrió a cargo de Lee Films, con Sega como realizador.