Interbrand comenzó su colaboración con Gaultier investigando la personalidad de Ma Dame, ya que se trata de una fragancia dirigida a un tipo de mujer en particular y no a la generalidad. Finalmente, la potencial consumidora del perfume resultó tener una personalidad “roquera”: vanguardista, al tanto de las tendencias, con rasgos algo masculinos pero sensual y elegante.
Con estos datos sobre la mesa, Interdrand creó la identidad de la marca, la botella del perfume y su envase. Además desarrolló el diseño de toda una línea de productos que incluye desde el desodorante hasta la crema hidratante.
El envase elegido es sólido, como un bloque de cristal, y con unos bordes afilados que enmarcan la conocida silueta del busto, uno de los iconos visuales de Jean Paul Gaultier. En el packaging aparece escrito Ma Dame en mayúsculas en tres colores distintos: rosa estridente, negro mate y blanco lacado.