Esta macro-tendencia tiene varias derivadas, una de ellas es que las nuevas generaciones se construyen cada vez menos contra las generaciones precedentes. Existe un progresivo desdibujamiento de las particularidades generacionales en provecho de un gran sistema en el que sólo las diferencias sociales y culturales determinan las oposiciones individuales. En una encuesta realizada por Ipsos a nivel mundial, la mayoría de los padres e hijos declaran que pueden hablar de todo entre ellos. En España, el 65% de los hijos y el 82% de los padres están de acuerdo con este hecho. (¡¡¡Por cierto, en todos los países el porcentaje de los padres es superior al de los hijos!!!).
Usted puede pensar: “Interesante, pero ¿y qué? ¿Cómo puedo sacar partido de esta tendencia desde un punto de vista de marketing?”. Un ejemplo, existe una convergencia clara en los gustos y preferencias de varias generaciones (por ejemplo, entre los 20 y 45 años) en términos de moda, ocio, música, etc. Es bastante frecuente que personas de 20 y 45 escuchen la misma música, se vistan de manera similar y vean la misma película en el cine. Si usted piensa que ya no es tan fácil saber qué edad tiene una persona por la calle en base a su manera de vestir, en general es cierto que es mucho más difícil que hace 20 años. Las fronteras entre edades se han hecho completamente porosas en muchos aspectos y la implicación es que muchos productos y servicios pueden tener aceptación en un target de edad más amplio que en el pasado.
El partido está en el descanso, pero por ahora el Individuo va ganando el partido a la Generación.