Elegir tres piezas de Ikea para comentarlas es tan difícil como ir a uno de sus centros y no salir con algo comprado. Están repletos de históricas campañas, todas ellas fuentes de inspiración y todas ellas dignas de ser visionadas más de una vez.
Una marca que siempre ha hecho una comunicación inteligente a un nivel altísimo, que siempre ha generado conversaciones y cuando una marca consigue trascender más allá de sus propios productos para pasar a ser una conversación o incluso una voz de los propios clientes, es que ha hecho de forma inmejorable sus deberes en comunicación.
Y es que en las marcas buscamos algo más que una transacción de productos, les pedimos algo más, que nos acompañen en nuestro viaje por la vida, en cada momento y en cada situación. Interactuamos con ellas. Hablamos con ellas. Hacemos de las marcas amigos y hacemos de las marcas amantes. A nadie le resulta extraño ya el fenómeno haters o fanboys porque el vínculo emocional que tenemos con ellas es inmenso y las marcas lo saben Una marca a la que te ligas emocionalmente, le eres fiel más allá de sus productos y eso es oro molido.
A ese nivel está la pieza “Everyday heroes”, de la agencia Forsman & Bodenfors. Es pura magia en todos sus niveles, tanto en producción como en realización, los copys y el acting en la locución. Incluso la música que sigue el mismo ritmo creciente, hace que todo resulte redondo y gire en torno a un concepto magnífico.
Es increíble cómo consigue que miremos de forma distinta hasta una escobilla de baño llevando sus productos a un tono emocional excelso. No está a la altura del spot de la lámpara ni es tan emocional pero es que este tono sencillamente es un acierto.
Y como tal, no se queda solo en una pieza audiovisual, hablamos de interactuar con las marcas, de tener diálogo y complicidad y por eso es inevitable seguir el Twitter asociado a la campaña @EverydayHero365
Por otro lado, siempre me han gustado las campañas que están basadas en un insight real, siempre es un camino corto y certero para generar engagement con el target. Se identifica y se acaba convirtiendo en cómplice más que en espectador.
Esto es exactamente lo que consigue con su pieza ”Hotel Amour”, de McCann. Más allá de la acción en sí, que es muy interesante, destaca de ella una pieza en la que es imposible no verse retratado en alguna de las situaciones que muestra o en varias. Absolutamente contextualizada, rompe las barreras de la distancia con el espectador trasladando al mismo una sonrisa cómplice y una bomba de recuerdos de situaciones.
No ocurre lo mismo con otra campaña del mismo equipo, en la que usando al exministro Pimentel no consiguen estar al mismo nivel. Directamente genera distancia y pierde esa naturalidad que daba fuerza a la comentada anteriormente, incluso pierden naturalidad hasta los actores contagiados de artificialidad.
https://youtu.be/NH-IWV5NKcw
Por cierto, que hoy en día la web de Ikea no sea responsive y que su versión móvil sea menos agradable que cualquiera de las instrucciones de montaje de sus muebles, resulta como poco, sorprendente y preocupante.
Óscar Moreno, director creativo de Pixel & Pixel.