Conscientes del mayor interés que suscita en la industria la tecnología data clean room (DCR), IAB Tech Lab ha presentado la primera guía y especificaciones para el uso de esta tecnología, a la que seguirán próximos lanzamientos para garantizar una serie de estándares que permitan escalar esta tecnología y se multipliquen los casos de uso.
El documento ha sido desarrollado por el grupo de trabajo accesible Rearc de IAB Tech Lab y estará abierto para la recepción de comentarios por parte de la industria hasta el 17 de abril.
El objetivo de esta primera guía, a la que acompañarán nuevas versiones, será facilitar la adopción de una tecnología que para ciertas marcas va a resultar indispensable en su manejo del first-party data para la activación de campañas. Según estima la consultora Gartner, 8 de cada 10 anunciantes con un presupuesto publicitario igual o superior a los 1.000 millones de dólares estarán empleando un DCR este año, gracias a las ventajas que aporta en su estrategia de marketing digital.
En el documento, la IAB Tech Lab establece una definición de los data clean room, entendidos como un ecosistema colaborativo seguro en el que dos o más partes pueden usar datos para objetivos concretos y acordados mutuamente mientras limita cualquier exposición de estos datos a otras partes. Aunque a día de hoy existe una plétora de fórmulas para hacer esto.
De acuerdo con Bosko Milekic, miembro del grupo de trabajo Rearc y responsable de producto en Optable, la compartición de datos que se realiza en estas herramientas cuentan con distintos procesos. “No hay una forma estándar de almacenar los datos y llevarlos a un DSP para la ejecución de una campaña”, expone, lo que dificulta escalar operaciones y disponer de más casos de uso. Ni tampoco, añade, un único sistema que garantice la privacidad en el uso compartido de los datos.
OPJA
De ahí que en la primera guía hayan introducido una solución técnica para que sea posible la interoperabilidad entre distintas plataformas DCR. Conocida como OPJA, por sus siglas en inglés, esta fórmula permite a los clientes de distintos proveedores de DCR que puedan emparejar audiencias entre dos conjuntos de datos y aprovechar la data compartida para la segmentación de campañas digitales, mientras se preserva la privacidad.
“Diferentes clean rooms pueden tener APIs propias o sus propios métodos. Pero si hay una especificación que establece la interoperabilidad para activar audiencias duplicadas, entonces hay una manera estándar de añadir inputs a un DCR y extraer un output”, ha explicado Shailley Singh, COO y EVP de producto de IAB Tech Lab.
De esta forma, un anunciante puede trabajar un mismo conjunto de datos con distintos DCR y tampoco tendría dificultades a la hora de compartir datos con un editor que utilice un DCR distinto al suyo.
No garantiza el ‘privacy compliance’
Ambos portavoces han recordado asimismo que el uso de los data clean room no exime a una compañía de revisar que los datos que maneja y sus estrategias de marketing digital cumplen con las legislaciones vigentes sobre privacidad.
Aunque desde IAB Tech Lab esperan que su primera especificación de DCP (OPJA) sea adoptada ampliamente por la industria, esta no es una solución para cumplir con las leyes de privacidad.
“Los DCR ayudan con la protección de la privacidad, la minimización de datos y la limitación del propósito cuando las compañías colaboran compartiendo datos. Pero usar un DCR no ayuda automáticamente a cumplir con las regulaciones de los datos, la gente debe comprender eso”, sentencia Milekic.