Huakai lanza una campaña callejera con humor y rimas

La compañía de viajes en grupo lanza una campaña urbana llena de humor y dobles sentidos para inspirar a los jóvenes a explorar destinos exóticos este verano.

La fiebre por las vacaciones de verano ya ha comenzado y Huakai, la plataforma de viajes en grupo, lo sabe. Por ello, ha vuelto a las calles con una campaña de exterior que combina humor, provocación y ritmo visual para conectar con su comunidad viajera en el momento clave del año: justo antes del verano.

A finales de mayo, la marca ha desplegado una estrategia de guerrilla en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga con el objetivo de instalarse en la mente de los potenciales viajeros. Lo hace con una propuesta multicanal que incluye estaciones de metro, pantallas digitales en FNAC, “wild posting” y acciones callejeras con perching y pegatinas repartidas por los coordinadores de Huakai.

Los mensajes juegan con el lenguaje coloquial, las rimas y los dobles sentidos para transformar frases populares en invitaciones a destinos exóticos:

  • “Donde caben dos, Cabo Verde”,
  • “El que vale, Bali”,
  • “Te vamos a poner mirando a… Cuba, Colombia, Costa Rica”.

En el Metro de Madrid, las creatividades se adaptan al entorno de cada estación para reforzar su impacto. En Callao, por ejemplo, se lee: “Tu ex se va a Colombia y tú, Callao”; en Cuzco: “Que le den por Cuzco a tus amigos”; o en Goya: “¿Sabes qué rima con Goya? Camboya”.

La acción se completa con frases colocadas en bicicletas y patinetes:

  • “Con esta bici no vas a ir muy lejos. Con Huakai sí”,
  • “Si tu último viaje fue un patinazo, cambia a Huakai”,
  • “¿Viajando solo? Mejor en grupo con Huakai”.

Más que una simple campaña de marketing, la iniciativa es un homenaje al estilo de vida que propone la marca: viajes en grupo de entre 8 y 16 personas, coordinados de principio a fin, en destinos poco convencionales y pensados para jóvenes curiosos, sociables y con ganas de compartir nuevas experiencias.

Desde Huakai lo resumen así: “No vendemos viajes, creamos grupos de amigos que aún no se conocen”. Y lo hacen sin necesidad de gritar, porque, como remata uno de sus copys más ingeniosos: “A veces, basta con rimar con Goya”.