La hiperconectividad es una realidad en nuestro día a día que afecta tanto a la vida personal como laboral de los empleados. La continua exposición a dispositivos tecnológicos hace que los trabajadores reciban multitud de estímulos que, en el ámbito profesional, se traduce como constantes impactos que pueden hacer perder hasta un mes al año a cada empleado.
Según Aiwin, especializada en soluciones interactivas, han comprobado que la reducción del uso innecesario del móvil durante la jornada laboral puede hacer ganar hasta dos horas al día. A lo largo del año, estas dos horas se traducen a 730, que divididas entre las 24 horas del día, suman 30,47 días por año.
La hiperconectividad también afecta a nuestra salud mental. Una conexión constante con las pantallas provoca insomnio, irritabilidad, mal humor, desmotivación, fatiga mental, falta de energía y menor rendimiento laboral, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Cuatro dimensiones del bienestar
Para confrontar esta situación, Aiwin ha desarrollado On/Off, una solución interactiva donde los empleados puedan trabajar en las cuatro dimensiones del bienestar donde la hiperconectividad influye negativamente, y aprendan una mejor gestión de sus consecuencias:
- Bienestar ocupacional o profesional. La satisfacción que proporciona el trabajo a la vida de los empleados puede verse perjudicada por una conexión permanente con el entorno laboral. Es importante que los trabajadores sepan cómo focalizar la atención y planifiquen de forma consciente sus tareas cuando estamos rodeados de notificaciones y alertas, para que disciernan lo importante de lo urgente. Las empresas deben ayudar a gestionar los tiempos de conexión y desconexión durante la jornada laboral que faciliten el equilibro entre vida profesional y personal.
- Bienestar emocional. Contar con un buen nivel ayuda a los empleados a mantener relaciones sanas con las personas de su entorno. La empresa debe transmitir una actitud positiva y optimista hacia sus trabajadores, dejando ver que los tropiezos pueden ser oportunidades de mejora y creando un ambiente transparente. Las críticas constructivas deben transmitirse en persona, pues los canales digitales son más fríos y pueden afectar negativamente al bienestar emocional de los empleados.
- Bienestar social. Las redes sociales o grupos dentro de las empresas se diseñan específicamente para interactuar con los demás y generar entornos sociales prósperos. No se puede confundir estar conectados con pasar un tiempo de calidad con las personas queridas. Las organizaciones deben recordar a los empleados que compartan momentos de calidad con las personas que les importan, dejando de lado los dispositivos en los momentos sociales.
- Bienestar físico. Llevar un estilo de vida activo, una alimentación equilibrada y fomentar pausas de desconexión a lo largo del día para huir del sedentarismo y despertar la creatividad son esenciales. Además, se debe poner el foco en dormir bien y descansar las horas necesarias, así como priorizar el ejercicio físico sobre las horas muertas mirando una pantalla.