La presencia de Hertz en las salas tuvo una visibilidad enorme, debido al medio empleado: todas las butacas tenían una originla funda situada en el reposacabezas donde se leía el mensaje de Hertz tanto por delante como por detrás.
Con este sistema, el impacto visual era masivo cuando los espectadores entraban en la sala y veían el logotipo de Hertz multiplicado; e individual cuando ocupaban sus asientos y lo observaban de frente en la butaca que tenían delante.
La acción llegó a un público muy amplio, de aproximadamente 500.000 personas, que se correspondían en un 50% con el target directo de Hertz.
Desde la compañía de alquiler de vehículos se declara que las ideas transmitidas refuerzan el mensaje de Hertz de alta calidad a precios reducidos, pero además introducía un nuevo concepto: todo es posible con Hertz.
