Jaume Ródenas / Alooha
La tendencia que está irrumpiendo con más fuerza en el campo de la PLV es el digital signage. La confluencia de aplicaciones audiovisuales con los nuevos avances tecnológicos y de telecomunicaciones, hace posible la utilización de un medio versátil, atractivo, impactante y económico.
La aplicación más contundente se da, probablemente, en centros comerciales, donde la distribución de pantallas de digital signage (no confundir con pantallas de televisión) permite acercar al público en disposición de compra un mensaje atrayente y perfectamente localizado. Además la posibilidad que ofrecen algunos operadores de contar la audiencia real de cada anuncio permite cuantificar con exactitud el retorno de la inversión realizada por el anunciante.
Este es un buen momento para promover la utilización de un medio suficientemente probado en otros países y que deja obsoletas aplicaciones clásicas basadas en el formato TV, orientadas al pase de publirreportajes en lugar de la publicidad catch-eye orientada a un alto impacto inmediato.
Interactividad, servicios Wi-Fi, lanzamiento o modificación de campañas en tiempo real y microsegmentación son algunas de las ventajas que permite este nuevo medio que está irrumpiendo con fuerza en nuestro mercado.
Ródenas es socio fundador y director de desarrollo de negocio.
Francisco Javier Setín / Grupo GP
La actual coyuntura económica, y más concretamente la contracción generalizada del mercado de consumo, está ralentizando el número de aperturas de establecimientos de las grandes superficies, lo que se traduce en un descenso de la demanda de soluciones de señalización para el punto de venta. Con todo, sí es cierto que algunas de las principales marcas de la gran distribución están cambiando la imagen de sus puntos de venta con el propósito de reactivar las ventas. En detrimento de otros espacios, se tiende a potenciar más la promoción en el lineal de venta, puesto que es en éste donde se toma la decisión de comprar un producto u otro.
Aunque en otros países como Francia, los soportes digitales como las etiquetas electrónicas están cobrando fuerza, éstas todavía no han terminado de implantarse en España debido a la gran inversión que conllevan.
En líneas generales, dicha contracción está generando, además, una reducción de los presupuestos de los departamentos de decoración de las grandes superficies. Ello provoca que la demanda del cliente sea más exigente en cuanto a la relación calidad/precio y al grado de originalidad y versatilidad de las soluciones de señalización. El propósito es alargar la vida útil de los soportes promocionales en la medida de lo posible y prorrogar la inversión destinada a la comunicación interna de sus establecimientos de venta. Las líneas de diseño se simplifican y tienden hacia soluciones planas con mensajes simples y directos.
Finalmente, la contracción generalizada del mercado de consumo y el auge de las marcas blancas provoca que las enseñas líderes en alimentación estén reforzando, más si cabe, sus acciones de trade marketing y merchandising dentro del punto de venta.
Setín pertenece al departamento de marketing y comunicación.
David Boada / Contorni Caolanda
La PLV debe incluir la comunicación del mensaje que servirá para informar e influenciar en su decisión última de compra al cliente objetivo, inmerso en el agresivo y constante bombardeo de publicidad por parte de las marcas, así como por parte de los productos de la competencia que, sin escrúpulos, intenta dejarnos fuera de combate.
La PLV actúa como objeto comunicador en el momento final, justo antes de realizarse la compra, recordando que la marca existe y que debe ser elegida de entre todas las marcas existentes. El consumidor recibe miles de comunicados, además de publicidad, al día, y, a medida que se acerca al establecimiento, recibe aún más mensajes que, sin duda, tratarán de influenciarle (en positivo o en negativo) en cuanto al producto que desea comprar. En este escenario es necesario diseñar mensajes o imágenes muy efectivas para llegar a la mente y al corazón del cliente objetivo de la forma más directa y clara posible.
Una UPV clara, transformada en movimiento dinámico con aspectos creativos y diferenciadores, debe posibilitar la captación de la atención del consumidor creando una experiencia positiva durante todo el tiempo en que se fije la atención en la PLV. Una experiencia que es posible gracias a la tecnología, que no únicamente aporta formatos estáticos, sino también dinámicos, a través de pantallas, sonidos, sensaciones, vivencias y, en definitiva, cualquier efecto que provoque que el consumidor extienda su mano en dirección a la marca adecuada, la nuestra.
Boada es director general y de marketing.
Rosa María Verguizas / Prodiseño
La PLV está viviendo unos momentos difíciles. No se sabe cómo atrapar al consumidor dentro de una competencia selvática sin medida, no solamente por la concurrencia de diferentes marcas o por los diseños de sus productos, sino por la guerra de precios