El Grupo Volkswagen ha cerrado el pasado ejercicio con buenos resultados, avanzando en su estrategia de transformación New Auto. Aunque el volumen de ventas ha descendido un 6% respecto a 2020, la facturación ha aumentado en un 12,3%, hasta los 250.200 millones de euros, gracias a la mejora en el mix de producto y a unos precios favorables. El beneficio operativo, antes de extraordinarios, se ha duplicado, ascendiendo a los 20.000 millones de euros.
La compañía ha aumentando su resiliencia a nivel general y ha logrado un sólido beneficio a pesar de las dificultades derivadas de la escasez de semiconductores, que provocaron un descenso de las ventas de vehículos de unas 600.000 unidades con respecto a 2020, o de 2,4 millones de unidades menos que en 2019.
La división de Automoción ha generado un flujo de caja neto de 8.600 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 35%. La liquidez se ha mantenido casi inalterada frente a las cifras finales de 2020, con 26.700 millones de euros, lo que supone un aumento de más de 5.000 millones de euros en comparación con el cierre de 2019, a pesar de las profundas medidas de transformación.
Ofensiva eléctrica
La ofensiva eléctrica ha continuado creciendo con las entregas mundiales de vehículos eléctricos de batería (BEV), que casi se han duplicado hasta las 452.900 unidades. El grupo lidera este mercado, con una cuota del 25% y alcanzando el segundo puesto en el mercado clave de Estados Unidos, con aproximadamente un 7,5%. En China, se han entregado 92.700 unidades, más de cuatro veces la cifra de 2020.
El Comité Ejecutivo y el Consejo de Administración proponen unos dividendos de 7,50 euros por acción ordinaria y 7,56 por acción preferente, lo que supone un aumento del 56% en comparación con los dividendos de 4,80 euros o 4,86, respectivamente, del año anterior.
Efectos de la guerra
De cara a 2022, el grupo estima que las entregas de unidades aumenten entre un 5% y un 10%, que la rentabilidad operativa se sitúe entre el 7% y el 8,5%, y que la facturación supere entre un 8% y un 13% a la de 2021.
Aunque estas previsiones están sujetas a la evolución de la guerra en Ucrania y, en particular, al impacto de esta contienda sobre las cadenas de suministro del grupo y la economía en general. “Todavía no es posible evaluar de forma concluyente los efectos concretos, ni predecir con suficiente certeza hasta qué punto una posible nueva escalada de la guerra repercutirá en la economía mundial y en el crecimiento del sector en el ejercicio 2022”, ha declarado Arno Antlitz, director financiero del Grupo Volkswagen.
Arno Antlitz también ha hablado de que este año también se verá aún afectado “por la falta de suministros debido a la escasez estructural de semiconductores. Se prevé que la oferta de semiconductores mejore en el segundo semestre del año, en comparación con el primero”.