Google está trabajando con varios editores de prensa estadounidenses en la creación de una herramienta de Inteligencia Artificial (IA) que ayude a los periodistas en la tarea de escribir artículos.
Según ha informado The New York Times, la firma con sede en Mountain View se encuentra en conversaciones con grandes publicaciones estadounidenses como The Washington Post o The Wall Street Journal, además del propio New York Times, para desarrollar una o varias soluciones basadas en IA que faciliten el trabajo de los periodistas.
“Estas herramientas no han sido concebidas para – y no pueden- reemplazar el papel esencial que juegan los periodistas en materia de recogida y verificación de la información, y en la redacción de artículos”, han precisado desde Google.
En concreto, con el proyecto Génesis – denominado de forma interna por la firma tecnológica-, se busca crear funcionalidades que ayuden a la escritura ya vistas en aplicaciones de Google como Gmail o Google Docs, pero específicas para periodistas, citando como ejemplos la sugerencia de titulares o diferentes estilos de escritura.
El anuncio llega días después de que otra de sus competidoras, OpenAI, anunciara el acuerdo alcanzado con Associated Press (AP) para acceder a la hemeroteca de la agencia de noticias estadounidense a partir de 1985. A cambio, esta última tendrá acceso “a la tecnología de OpenAI y a su conocimiento”.
La firma propietaria de ChatGPT también informó de la donación de 5 millones de dólares a American Journalism Project, organización que apoya a numerosos medios locales, y un crédito de 5 millones de dólares para que puedan emplear su API y ayudar a los periodistas a integrar sus herramientas de IA.
Uso indebido del contenido periodístico en Bard
En España, la Asociación de Medios de la Información (AMI) denunció la semana pasada el uso indebido que realizaba la herramienta de generación de textos Bard de Google, al no citar las fuentes de los contenidos periodísticos que recoge la plataforma y la captura “masiva” de datos personales de los usuarios.
Según las primeras comprobaciones realizadas por AMI a través de distintas consultas en la plataforma sobre temas de actualidad, Bard bebe de los contenidos de los medios de información sin citar las fuentes. Y al ser preguntado por las fuentes empleadas para la elaboración de sus respuestas, se limita a señalar que no puede ayudar al usuario con dicha pregunta.
“De esta manera, los medios ni tan siquiera obtienen el crédito debido de ser las fuentes de información sobre las que la herramienta ha elaborado su respuesta”. Una acción que, aseguran, “supone un claro aprovechamiento del esfuerzo inversor ajeno, del trabajo masivo de periodistas y editores de información, y pone en riesgo el derecho fundamental a la información que la Constitución reconoce a los ciudadanos en su artículo 20”.