Investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han analizado la estrategia de comunicación lanzada por las administraciones el pasado 29 de octubre en los municipios más afectados por el paso de la DANA, una catástrofe que también ha generado un gran volumen de desinformación descubierta en redes sociales.
Sobre esta última, Alexandre López-Borrull, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de UOC e investigador del grupo GAME, las noticias falsas han ejercido una gran influencia en generar un peor estado de ánimo entre la población y con afectación, sobre todo, a las instituciones políticas.
“A causa de la desinformación ligada al dolor y la tragedia, hay mensajes de lapidación a la confianza en las administraciones, en muchos casos haciendo un doble mensaje sobre las administraciones, sobre todo en perfiles de ultraderecha, generando un vacío de confianza entre la ciudadanía para recoger políticamente el fruto de esta desconfianza”, cuenta López-Borrull.
De hecho, es la política una de las finalidades que persiguen las noticias falsas, la más peligrosa a juicio del investigador, ya que se busca hacer llegar un mensaje más extremo a una parte importante de la población.
Parte responsable de esta mayor incidencia de la desinformación se debe a la mayor tendencia por parte de los usuarios de informarse a través de las redes sociales, como avala que el consumo de noticias en los sitios web de los medios de comunicación haya disminuido a nivel global, pasando del 32% en 2018 al 22% en 2023. Y a la rueda del algoritmo de recomendación, que dificulta la salida de la alimentación constante de contenidos falsos en las plataformas.
“Es más necesario que nunca tener una consulta plural de contenidos, porque esto es lo que permitirá que el algoritmo continúe recomendando voces plurales. Si algo está apelando a tu miedo, a lo que percibes como una injusticia o tu rabia, ten cuidado, porque quizás alguien quiere utilizarse”, recomienda López-Borrull.
Crisis de reputación institucional
La mayor aparición de información no fiable en las plataformas sociales debería incentivar a las instituciones a emplear más canales de comunicación, y en casos de emergencia, adoptar una estrategia de comunicación basada en mensajes claros, prácticos y concretos a la ciudadanía; no transmitir información ambigua respecto a las acciones; intentar llegar a toda la ciudadanía usando diferentes canales y que los mensajes lleguen a tiempo, ya que si no se corre el riesgo de que la información deje de ser útil.
Ferrán Lalueza, profesor de Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, pone como ejemplo de esto último lo ocurrido durante la DANA, cuando Protección Civil envió un SMS de alerta mediante el sistema ES-Alert a las 20:03h cuando ya se habían desbordados varios ríos en varios municipios del área metropolitana de Valencia.
También ha afectado a la crisis reputacional de las instituciones implicadas en la gestión de emergencia de la DANA, la falta de gestión y de portavoces claros. “Ha habido un enfrentamiento entre dos administraciones para construir el relato oficial y sacarse de encima las responsabilidades y la presión sobre lo que podían haber hecho mejor”, apunta López-Borrull.
“En el mundo actual, donde se exige a las instituciones máxima transparencia y un trato hacia la ciudadanía como personas adultas, sin paternalismo, cualquier carencia en este ámbito acaba pasando factura en términos de reputación. La reputación se puede destruir en cuestión de segundos y, en cambio, reconstruirla es una tarea que puede llevar años, y en muchos casos es absolutamente inalcanzable”, concluye Lalueza.