La generación Z se ha situado en el foco de atracción para cabeceras tradicionales como The Washington Post, hasta el punto de organizar en el seno de este último un equipo dedicado en exclusiva a averiguar cómo enganchar a los lectores más jóvenes, acostumbrados a consumir vídeo y casi omnipresentes en las redes sociales.
En el congreso virtual Claves 2022, organizado por la Asociación de Medios de Información (AMI) y la WAN-IFRA y celebrado los días 14, 15 y 16 de diciembre, Phoebe Connely, directora de desarrollo de audiencias jóvenes (Next Gen) de The Washington Post, ha explicado las características del Proyecto Next Gen, ideado por el diario estadounidense para conseguir atraer más lectores jóvenes al popular medio norteamericano.
“La gente más joven quiere el mejor periodismo. Consumen noticias y son curiosos. Quieren contenido serio, pero lo quieren en formatos que esperan ver y en los canales que consumen”, ha expresado Connely, intentando derribar uno de los mitos más sonados acerca de la Generación Z, relacionados con la falta de interés informativo.
Entre los hallazgos descubiertos por el equipo que dirige Connely, destacan factores como la preferencia de estos por los artículos que resuelven dudas y el alto consumo de vídeo on-site que realizan.
“Cuando pienses en lectores jóvenes, piensa menos en la página de inicio porque es menos probable que vayan a la web de noticias de forma directa”, ha aconsejado la estadounidense. Ofrece como dato que un 34% de estos lectores llegue al Post desde las redes sociales o que un 26% lo haga desde los buscadores.
En este sentido, recuerda la necesidad de adaptar el contenido informativo a cada una de las redes sociales donde se está presente. Aunque conviene, señala, ser prudente con el número de plataformas en las que moverse. “Animaría a escoger una red social en la que la redacción esté cómoda, para que una vez que lo prueben, se animen a estar en más plataformas”, aconseja.
Preguntada acerca de cómo convertir en suscriptores a esta generación, Connely señala que “llevar a la suscripción es un viaje y se necesita empezar en algún momento”, reconociendo que la tendencia a suscribirse se incrementa con la edad y por tanto, es muy probable no conseguir un gran volumen de suscriptores de grupo demográfico.
No obstante, sí hay una oportunidad de monetización: “En el medio plazo, ser capaces de medir el contenido de la generación más joven, ayudará al equipo comercial a atraer más inversión publicitaria”, explica.
Participar en el contenido
Spotify forma parte de la lista de plataformas donde está presente esta generación. La primera “que ha vivido todo el tiempo en un entorno digital y que usa la creación como expresión de manera habitual”, tal y como ha indicado Javier Piñol, director de Studios LATAM & US Latinx de Spotify.
Teniendo como base la experiencia vista en la plataforma de música en streaming, Piñol ha informado de las características del contenido que más gusta entre los jóvenes. “No esperes que les guste el contenido diseñado para ellos si no han contribuido en esa creación. Triunfa aquel que cuenta cosas de la generación Z, que les afecta”. Y coincide con Connely en el espíritu crítico que caracteriza a esta generación. “Para ellos, la manipulación ya no es tan obvia”.
Durante el encuentro Piñol ha recordado asimismo la evolución de Spotify, que ha propiciado que en los últimos años haya más creadores en la plataforma. “Ahora la empresa piensa más en los creadores, antes solo se enfocaba en los consumidores. Desde la compra de Anchor, el objetivo es cómo poner las herramientas en manos de estos creadores”.