La globalización y el rápido desarrollo de la tecnología sigue cambiando nuestro entorno y nuestro espacio de trabajo. En este nuevo contexto, la formación tiene un rol crítico para prepararnos al mundo y a los nuevos puestos de trabajo. Los nuevos modelos educativos deben adaptarse para proporcionar a los individuos con aquellas habilidades que permitan crear un mundo más inclusivo, cohesivo y productivo.
En esta premisa se basa el estudio de World Economic Forum “Schools of the Future” que busca definir los nuevos modelos de educación de la cuarta revolución industrial.
Durante la primera y la segunda revolución industrial, la formación se basaba en la producción en masa de profesionales con un patrón de talento uniforme, necesario para cubrir puestos de trabajo con tareas repetitivas, mecánicas y enfocadas en el proceso de manufacturación. Con la tercera y cuarta revolución industrial y el surgimiento de las nuevas tecnológicas y hábitos digitales, este paradigma de talento ha cambiado: las tareas automáticas son desarrolladas por máquinas mientras que en los profesionales se buscan aquellas habilidades intangibles pero imprescindibles y que World Economic Forum (WEF) explora en este estudio.
Según este informe, habilidades como la innovación, la creatividad, la flexibilidad, la adaptación y el pensamiento crítico están en gran demanda, ya que son vitales para el crecimiento socioeconómico actual. La creatividad y la innovación no pueden ser imitadas. No hay ningún proceso automático para la creación de nuevas ideas, servicios, productos y soluciones. Pero tampoco es una habilidad individual, pocas veces surge de una sola mente, por eso debemos basarnos en el trabajo en equipo para resolver problemas. Es importante desarrollar las habilidades interpersonales como el liderazgo, la influencia y la inteligencia emocional.
Las habilidades y capacidades tecnológicas también son relevantes en esta nueva realidad, pero WEF da también mucha importancia a la relación que se genera con esta, como entender los riesgos que puede ocasionar, la privacidad en la red y el uso adecuado de las nuevas tecnologías. Además, define un nuevo tipo de habilidad que ha surgido de la globalización: ser un ciudadano global. Debemos alejarnos de la individualidad y aprender a ser más conscientes de nuestro entorno y de la sostenibilidad.
Según World Economic Forum, en 2022 “todo el mundo necesitará de media 101 días extra de aprendizaje para mantenerse al día.” Por esta razón, debemos crear un nuevo sistema que permita un aprendizaje continuo y mantenernos actualizados para el próximo futuro. El aprendizaje continuo también se basa en la flexibilidad a la hora de escoger el tipo de formación y contenido. Y es que, con la aparición de las plataformas y vídeos on-demand, la personalización ya es una realidad para muchas personas.
Una de las conclusiones más significativas del informe de World Economic Forum se refleja en esta frase, afirma Pilar Villanueva, content manager de Foxize: “Si bien muchos productos tecnológicos pueden dar solución a los gaps educativos, el uso de la tecnología no es un fin en sí mismo, sino que nos sirve como una herramienta para llegar a nuevos enfoques en la educación.”
Según la experta, para Foxize la tecnología forma parte de su ADN y juega un gran papel en las nuevas metodologías de aprendizaje. En la compañía usan la tecnología para analizar el nivel de cada estudiante y personalizar su learning jouney a través de diversos test, así como para democratizar los nuevos entornos de aprendizaje con herramientas como su plataforma LMS Foxize Cloud.
“Creemos firmemente que la formación continua es, y será, una de las mejores palancas para mejorar la empleabilidad y potenciar el crecimiento de las empresas en este mundo globalizado y en cambio constante”, asegura Villanueva.