“SEO para hoy y hambre para mañana”: Parecer que las campañas SEO baratas no existen. El riesgo de contratar servicios poco expertos son las penalizaciones, tal y como destaca el consultor Arturo Marimón, de la agencia Seocom. “Antes de que Google lanzara su última gran actualización, Pinguim, alrededor del 70% de las webs tendrían posibilidades de ser castigados por el buscador y ahora este porcentaje habría aumentado al 95%”.
A mí empresa no le hace falta SEO:Otro de los errores en lo que incurren numerosas empresas que disponen de una web es considerar que no necesitan una campaña SEO. Al no realizarla, además de perder posiciones, y, por tanto, visibilidad, pueden ser blanco de penalizaciones por contenido duplicado, errores 404, ataque SEO “negative”, etc.
El SEO es un canal de ventas pero no el único:Debe estar reforzado por una estructura comercial sólida, y por una estrategia conscientemente planificada. Antes de hacer SEO hay que testar el producto, su precio, usabilidad, diseño y analítica.
Un buen contenido es suficiente: En Internet hay un exceso permanente de información, con lo que hay que intentar diferenciarse. Y ese contenido tiene que estar definido por una estrategia clara.
El contenido es el rey: Se puede crear un contenido extraordinario y publicarlo y esperar. Error. Para que lleguen los enlaces, se necesitan amigos “influenciadores” que lean y enlacen. Existen un par de herramientas gratuitas para buscar “influenciadores” y saber quién está compartiendo el contenido de la competencia: TOPSY y MentionMapp.
Imitar la naturalidad de los enlaces:Esto es imposible. Según expila Marimón, Google pone en práctica el “anonimato controlado”. Es decir, que si una persona se dedica a autopromocionar sus contenidos de forma masiva, Google, lo sabrá. “Ell número de variables que puede leer Google para saber si la autoridad de un contenido es por gente real o se ha manipulado es muy grande. Y gracias a Google+, Android y Chrome muchísimo mayor”.
Para alcanzar a la competencia necesito más de 1500 enlaces:En el posicionamiento influyen muchas más variables que la cantidad. Influye, por ejemplo, la calidad del link o la competencia que exista.