El delito de robo de identidad es un fenómeno mundial que crece exponencialmente año tras año y que no entiende de fronteras.
En la actualidad, en España no existe ninguna entidad, pública o privada, que analice y cuantifique de forma pormenorizada los casos de robo de identidad. Sin embargo, a pesar de no disponer de cifras exactas, se calcula que la cantidad media defraudada a cada afectado supera en la actualidad los 12.000 euros.
Estados Unidos o el Reino Unido son mercados mucho más maduros y concienciados con esta problemática. Una prueba de la gravedad e importancia de este delito son los más de 11 millones de casos registrados en EE. UU. durante 2009 y el dato aportado por un informe de Cifas (Servicio de Prevención del Fraude del Reino Unido), que pone de manifiesto el aumento en un 33% del número de fraudes registrados en los primeros nueve meses de 2009 con respecto al año anterior. En este mismo informe, Cifas revela que el robo de identidad le cuesta más de 1.000 millones de libras esterlinas al año al Reino Unido. En el caso de EE. UU., según datos de la Federal Trade Comission, una agencia independiente del Gobierno de ese país, el robo de identidad supone alrededor de 5.000 millones de dólares al año.
Pero, además del perjuicio económico que ocasiona el robo de identidad, existen otras consecuencias que conllevan mayores quebraderos de cabeza, como la difícil tarea de limpiar nuestro buen nombre y reputación; en este sentido, no basta con demostrar que no hemos cometido el delito, sino que tenemos que eliminar todos los rastros de las estafas o fraudes cometidos con nuestra identidad.
POCO PRECAVIDOS. Antes del lanzamiento de la campaña del producto CPP Protección de Identidad en España, la compañía investigó la percepción de los españoles frente a este tipo de fraude y los resultados obtenidos fueron reveladores: existe una gran preocupación frente al problema (un 90% de los 1.092 personas encuestadas por TNS, lo afirmaba), pero también gran desconocimiento de los síntomas y su resolución. Los españoles no somos nada precavidos con nuestros datos personales, ofrecemos gran cantidad de información personal en Internet, en encuestas, concursos, etc.; y, aún peor, no tenemos inconveniente en revelar información personal (como el nombre, los apellidos y, aunque en menor porcentaje, los datos de cuentas bancarias, incluido el PIN de la tarjeta de crédito) en conversaciones telefónicas con desconocidos, según reconocieron más de la mitad de los encuestados.
Este fue el escenario en el que el Grupo CPP lanzó el servicio Protección de Identidad, un producto que ayuda a prevenir, detectar y resolver los problemas asociados al robo de identidad.
En la campaña de lanzamiento participaron dos agencias, Sheridan e i-Glue, cuyas acciones fueron encaminadas a aumentar la concienciación sobre las amenazas del robo de identidad y el conocimiento de su solución.
La campaña constó de una parte offline y una online, el medio propicio para el robo de identidad, y, por tanto, el escogido para crear el posicionamiento de marca. En la primera, se desarrolló una campaña de marketing directo para el canal de distribución, en la que se empleó una caja fuerte como símbolo del mensaje; y se organizó un acto de presentación en la caja de seguridad del Instituto Cervantes.
En la segunda, se optó por una campaña de publicidad online de tipo display que se dividió en dos oleadas, una antes del verano (junio y julio) y otra antes de las pasadas navidades (noviembre y diciembre) en los principales medios de comunicación online, como Elmundo.com, Elpaís.es, Marca.com o Cincodias.com, y otros soportes como Spotify, Facebook, eBay, Entradas.com, o MSN.
Las creatividades, desarrolladas con Sheridan, han sido muy diversas, y han consistido en anuncios ficticios, como la venta de un Stradivarius por 19,90 euros, un viaje al espacio por 12,99 euros o la venta de entradas a conciertos que no existían. Cuando los usuarios clicaban en estas llamativas ofertas, eran redirigidos a un sitio donde se les informaba sobre los formas en las que pueden sufrir un robo de identidad.
La campaña online se reforzó con acciones SEM, que comenzaron en julio y que siguen activas a día de hoy, y con la creación del sitio Protecciondeidentidad.es (www.protecciondeidentidad.es), que en seis meses recibió más de 37.000 visitas, y que derivó en un notable aumento de tráfico a la web corporativa. Desde el pasado mes de noviembre hasta hoy [enero de 2011] se han contabilizado más de 19.000 visitas nuevas a este sitio.
Otra de las peculiaridades de este sitio es que contiene un test online de vulnerabilidad frente al robo de identidad, al que se han sometido más de 1.300 internautas en seis meses.
Invitó a los españoles a empezar a cuidar de sus datos personales de igual manera que cuidan de su propiedad privada.
(*) Eduardo Gil, responsable de comunicación de CPP.