Es el momento de reivindicar el valor de la publicidad

Enhorabuena por la charla. El señor Ortiz ha hecho una exposición de libro, ha establecido primero sus credenciales: ha expuesto

Enhorabuena por la charla. El señor Ortiz ha hecho una exposición de libro, ha establecido primero sus credenciales: ha expuesto sutilmente su currículo, las diversas geografías en las que ha trabajado para dar carta de naturaleza a su visión del mundo publicitario. Y nos ha aportado ideas muy importantes: como que pese a la crisis, la vida sigue; que la industria no puede diverger de la vida que está ahí fuera; sobre la necesidad, en su opinión, de que el anunciante tenga un único interlocutor, un solo contacto, de lo que tanto se ha hablado aquí: el SPOC (single point of cotact), que a lo mejor a algunos escépticos nos ha podido sonar a aquello que antiguamente se conocía como el cross selling (es decir, vender todos los servicios al anunciante para que no metan la pezuñita otras agencias en nuestra cuenta), o a lo que últimamente se ha dado en llamar el 360 grados o la integralidad de la comunicación, que sigue siendo un poco de lo mismo en tanto que lo que muchas veces ha pretendido es que sea la agencia la que “subcontrate” aquello del 360 grados que no le encaja a ella en vez de que sea el cliente quien libremente lo haga.

Yo creo que él ha dejado claro que aquí, con el SPOC, la diferencia es la honestidad. Se trata de una integralidad real, que es lo que están demandando la mayoría de los anunciantes.

El conferenciante ha hablado de que la agencia no ha de acabar de mero gestor de piezas publicitarias y que lo que tiene que hacer, que es lo que siempre todos hemos creído, es dar ideas y dar soluciones. De ahí que muchos políticos deberían tener más agencias a su alrededor, no para comunicar, sino para que les aporten soluciones.

SALIR DE LA CRISIS. El proceso de comunicación efectivamente ha cambiado y una de las cosas importantes que me quedo de entre las que comentaba el ponente es que de las crisis solamente se sale con trabajo y con optimismo. En todas las crisis el factor económico tiende a anular cualquier otra connotación, sin embargo creo que las crisis conllevan también factores psicológicos innegables. Y yo, hoy desde aquí, quiero aprovechar para lanzar un mensaje de apoyo a las marcas en general y, por supuesto, a la publicidad en particular.

La salida de esta crisis pasa por reactivar el consumo, por darle alegría. Y el consumo sólo se va a reactivar si hay confianza. Y la confianza no depende de que el tipo de interés esté en el 5% o en el 1%, ni en que los precios del carrito de la compra hayan crecido un 2% o hayan bajado un 0,1%. No, porque la confianza depende básicamente del nivel de empleo, de saber que mañana seguiremos teniendo un puesto de trabajo y un sueldo con el que poder seguir pagando nuestras facturas y poder seguir viviendo. Ni más ni menos.

Esto no se le escapa a nadie en estos momentos. El hecho de que el tipo de interés haya bajado, por supuesto que beneficia a los que en el pasado tomaron la decisión de comprar un piso o cambiar de coche, pero esto no va a animar a nadie en el presente, ahora, a comprarse un piso o a cambiar de coche en tanto su puesto de trabajo este amenazado.

Claramente, la seguridad en el empleo activa más el consumo que la bajada de tipos, pese a quien pese.

NO ES CUESTIÓN DE ABARATAR
PRECIOS. En este sentido, sucede lo mismo con los precios. Estamos en una situación en la que todos los que reciben un sueldo del Estado, ya sean funcionarios o pensionistas, han visto incrementar su nivel adquisitivo. La inflación que tiene nuestro país es algo que jamás en la vida habíamos conocido, la interanual en el pasado mes de marzo fue de un
0,1%. Luego aquellos que se empeñan en abaratar el carrito de la compra para atraerse clientela podrían estar desayudando al país. Porque España no tiene un problema de inflación (como sucedió cuando los Pactos de la Moncloa), sino que nuestro problema es el desempleo, y presionar o castigar a fabricantes para abaratar precios puede llevar a la asfixia de los mismos y, por tanto, a más
desempleo.

Los fabricantes, hoy más que nunca, han de apostar por la marca y por la comunicación. En algunos momentos el marketing ha podido ser malintecionadamente confundido con manipulación, pero cuando alguien anuncia algo está diciendo la verdad. Porque anunciar no es mentir. Porque la ley de publicidad así lo obliga. Porque la publicidad es como un contrato que queda escrito en los anuncios y, si no cumple el producto con lo que promete, se puede demandar al fabricante.

ES EL MOMENTO DE LA VERDAD. Frente a esta verdad, hay quienes tratan de hacer valer el consejo y el boca a oreja por encima de la publicidad, obviando que, la diferencia de la publicidad, dichos consejos no están sometidos a control de veracidad alguno por entidades tales como Autocontrol, que sí velan por la ética de lo publicitado.

Por tanto es el momento de reivindicar y dignificar la labor de la publicidad entre todos