Siguiendo con las conversaciones enmarcadas en Pulse AI 2025, Valero Marín, director general de cliente en Repsol y presidente de la junta directiva de Indesia explica la alianza que reúne a grandes compañías industriales y tecnológicas para acelerar el uso de los datos y la inteligencia artificial en la industria española.
Su papel es clave para entender cómo sectores estratégicos como la energía, la automoción o las telecomunicaciones están abordando la adopción de la IA y la IA generativa, así como los retos de talento, gobernanza y competitividad que afronta España.
Indesia nació para impulsar la aplicación de la inteligencia artificial y los datos en la industria española. ¿Cuál dirías que ha sido hasta ahora la principal aportación de la alianza al ecosistema empresarial?
Nuestra principal aportación ha sido la creación de un espacio colaborativo, de referencia, en el que hemos logrado reunir a grandes empresas, administraciones públicas, centros educativos y otros actores clave, todos alineados bajo un mismo objetivo: acelerar la digitalización de la industria española mediante el uso de inteligencia artificial y datos.
Hemos conseguido conectar líderes de sectores estratégicos, fomentar el intercambio de buenas prácticas y facilitar la transferencia de conocimiento.
Esto nos está permitiendo acelerar la adopción de soluciones innovadoras en el tejido empresarial. Un ejemplo destacado es nuestra metodología de datatones, que ha ayudado a numerosas pymes a avanzar en su transformación digital. Esto se ha materializado especialmente a través de iniciativas como el Programa de Uso y Aplicación de la IA para empresas de Madrid, que estamos desarrollando durante este 2025, junto a la Comunidad de Madrid. Un programa que ha contado con una excelente acogida, con más de 300 registros de pymes y en el que aún sin haber finalizado ya se han conceptualizado más de 30 casos de uso para pymes madrileñas, una cifra que se elevará hasta que finalice el año.
Además, esta misma metodología se ha adaptado al entorno universitario mediante hackatones en colaboración con distintas universidades, fomentando el desarrollo de talento joven y estrechando la relación de los estudiantes con las empresas industriales.
Los últimos informes muestran que solo un 11,4% de las empresas en España de más de 10 empleados usan IA. ¿Cómo valoráis este nivel de adopción en comparación con otros países y qué barreras observáis en los sectores industriales?
La adopción de inteligencia artificial en España muestra una evolución desigual. Las grandes empresas, con más de 249 empleados, lideran con un 44% de implementación, según datos del ONTSI y muchas de ellas ya están posicionadas como referentes a nivel internacional. Sin embargo, según estos mismos datos, las medianas apenas alcanzan el 20,6%, las pequeñas el 8,6% y las microempresas solo el 7%, lo que evidencia una brecha significativa en el tejido empresarial.
Si atendemos solamente a las pymes industriales, los datos de nuestro el Barómetro IndesIA 2025, muestran que la adopción ha crecido ligeramente del 2,13% al 2,9% en un año, pero aún más del 97% de estas empresas no han incorporado la IA, a pesar de su impacto directo en productividad y competitividad. Ambos estudios nos indican que las pymes se enfrentan a mayores dificultades a la hora de implementar la tecnología y a retos que no nos fáciles de superar como la falta de inversión, de talento especializado, de conocimiento y de infraestructuras tecnológicas adecuadas.
A nivel europeo, España no está lejos de la media (11,3% frente al 13,5%), y sorprendentemente países como Estados Unidos (5,7%) o Reino Unido (4,1%), según la OCDE, presentan cifras aún más bajas. Viendo estas cifras considero que, aunque los datos actuales muestran un amplio margen de mejora, también reflejan una tendencia positiva. La adopción crece.
Existe un compromiso firme por parte de empresas y administraciones para seguir impulsando la transformación digital basada en inteligencia artificial.
La IA generativa está acaparando titulares y expectativas. Desde vuestra experiencia, ¿qué aplicaciones reales están explorando las empresas industriales y qué impacto prevéis a corto plazo?
La inteligencia artificial generativa está acaparando titulares por su capacidad de generar contenido de forma autónoma y por la facilidad con la que puede ser utilizada por perfiles no técnicos. Esta accesibilidad ha democratizado el uso de la IA, permitiendo que cada vez más personas experimenten con sus aplicaciones, independientemente de si son para el ámbito laboral o personal.
Sin embargo, aún queda mucho por avanzar con la IA tradicional, que sigue siendo la base de muchas transformaciones reales. Las empresas industriales están explorando aplicaciones concretas que tienen un impacto directo en su cualquier ámbito de su operativa. Por ejemplo, la optimización energética mediante modelos predictivos permite ajustar el consumo en tiempo real, reduciendo costes y emisiones. En logística, la IA mejora la planificación de rutas y la gestión de inventarios, aumentando la eficiencia y reduciendo tiempos. Y en gestión de riesgos, se están utilizando algoritmos para anticipar fallos en maquinaria o mejorar la seguridad laboral.
Indesia reúne a grandes compañías de energía, automoción, telecomunicaciones y tecnología. ¿Qué ventajas competitivas genera este modelo de alianza y cómo puede servir de ejemplo para otros sectores?
La colaboración es esencial porque permite compartir casos de uso y acelerar la adopción de soluciones basadas en inteligencia artificial. Dado que la IA es una tecnología transversal, este intercambio de conocimiento facilita trasladar innovaciones de un sector a otro, generando aprendizajes comunes y fomentando la estandarización.
Por este motivo en IndesIA contamos con mesas de trabajo conjunto, en las que los socios nos unimos para afrontar de forma colaborativa retos comunes, como el gobierno de la IA, arquitecturas de IA, métodos de valoración de eficiencia, desarrollo de casos de uso… o también en lo relativo a la gestión del cambio que muchas empresas han de llevar a cabo con la llegada de estas tecnologías o la formación específica que se pueda necesitar. Estas mesas nos permiten compartir mejores prácticas y desarrollar soluciones transversales a todos los sectores industriales.
Uno de los grandes retos en España es la escasez de especialistas en IA: solo el 2% de las empresas de más de 10 empleados cuentan con ellos. ¿Cómo estáis trabajando desde Indesia para impulsar la capacitación y la atracción de talento en datos e inteligencia artificial?
Desde IndesIA somos muy conscientes de esta brecha en lo que se refiere al talento. Nuestro último Observatorio de Talento Tecnológico en España, elaborado junto a Talent Hackers, nos confirmó la magnitud del desafío al arrojar que el ritmo de generación de talento no acompasa la demanda: el 64,65 % de las vacantes en IA y el 54 % en datos tuvieron dificultades para cubrirse en 2024, lo que dejó más de 4.000 puestos sin ocupar.
Para revertir esta situación, en IndesIA estamos trabajando para acelerar la capacitación y atracción de talento, colaborando con universidades, con iniciativas como los hackatones que he mencionado anteriormente, y centros de formación para que los planes educativos respondan de forma directa a las necesidades de la industria. También estamos prestando especial atención a la Formación Profesional y recientemente, junto con FP Empresa, hemos puesto en marcha una con guía específicas para docentes con el fin de facilitar la incorporación de contenidos de inteligencia artificial en los programas formativos.
La inminente entrada en vigor de la Ley Europea de IA (AI Act) introduce nuevas exigencias en transparencia, seguridad y ética. ¿Cómo pueden prepararse las empresas industriales para cumplir con estas normativas sin frenar la innovación?
Creemos que las empresas deben ver esta normativa no como un freno, sino como una oportunidad para reforzar la confianza en sus soluciones y diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo. Para prepararse, es clave anticiparse con una estrategia clara en la que se establezcan procesos internos de evaluación de riesgos, asegurar la trazabilidad de los datos y modelos, y formar a los equipos en buenas prácticas éticas y técnicas.
Sin embargo, es importante, también, incidir en que la legislación no puede lastrar a la innovación y tendrán que ir de la mano, de ahí que sea fundamentales las sinergias públicas y privadas, no solo en lo respectivo a innovar, si no hacerlo también comprendiendo el contexto de las empresas.
De aquí a 3-5 años, ¿qué papel jugará la inteligencia artificial en la transformación de la industria española? ¿Cuál es la gran oportunidad que no deberíamos dejar escapar?
En los próximos años, la inteligencia artificial será un factor decisivo para la competitividad de la industria española. Pero no es solo eso, el avance de la inteligencia artificial es imparable y su futuro implica dejar de ser únicamente una herramienta para convertirse en una infraestructura esencial, comparable a las redes de telecomunicaciones o la electricidad. Así, su integración progresiva transformará la sociedad en su conjunto.
Su aplicación en la industria no trata solo de automatizar procesos, sino de transformar la forma en la que diseñamos, producimos y gestionamos, generando nuevas eficiencias, reduciendo el impacto ambiental y creando productos y servicios de mayor valor añadido. La IA representa una oportunidad estratégica que España no puede permitirse desaprovechar. Integrarla en el corazón de la estrategia industrial y en toda la cadena de valor, desde la energía y la automoción hasta la alimentación y otros sectores clave, es fundamental para asegurar un futuro competitivo y sostenible.
Desde Indesia, ¿qué valor le veis a un observatorio como Pulse AI 2025 y qué esperáis que aporte al ecosistema empresarial y a las instituciones?
Pulse IA 2025 es, al igual que Indesia, una iniciativa colaborativa, y ese es precisamente su mayor valor: crear un espacio en el que se suman esfuerzos y miradas diversas para avanzar en torno a la inteligencia artificial. En nuestra asociación creemos firmemente que ante una revolución como la que nos está trayendo la IA, es escuchar todas las voces, porque solo así se identifican oportunidades que beneficien a todo el ecosistema y porque la unión nos hace avanzar más rápido.
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