Serviceplan España es una agencia con medio siglo de trayectoria que en 2020 se ha transformado, pasando a formar parte del mayor grupo de comunicación independiente de Europa. Un año frenético marcado por la ambición de construir mejores marcas y en él pueden decir que, gracias a esa transición, están en disposición de ofrecer más conocimiento y garantías.
Serviceplan España lleva un año con este nombre (antes Publips), ¿cómo ha sido el camino hasta llegar aquí?
Ha sido todo un reto. Pasar de una agencia independiente local, radicada en Valencia, a ser la rama española de uno de los mayores grupos independientes del mundo, como es Serviceplan, reconocido por su innovación, creatividad y las múltiples empresas que conforman el servicio integrado de sus Casas de la Comunicación, ha supuesto una transformación a mejor de nuestra empresa.
Parece un mito y muchos parecen renegar de este tipo de adquisiciones, pero, para nosotros, tener un compañero más grande y con las herramientas más innovadoras del momento no resta creatividad, sino que nos ha hecho mejores y ha sido una suerte. En estos tres años pasar de Publips, una agencia local reconocida durante muchos años por su independencia y frescura, a Serviceplan España ha sido un cambio muy grande, pero también un acierto y lo ves en estos momentos difíciles en los que te sientes más acompañado. Tener un socio del que aprender, mejorar, ponernos a su nivel como empresa de comunicación, conlleva cambios, pero también suponen una mejor organización a medio plazo.
¿Y en este año que ha cambiado en la organización tras la compra?
Tenemos la suerte de que Serviceplan es reconocida por ser el grupo independiente más grande de Europa. No cotiza en bolsa, los socios, tanto alemanes como locales de cada una de las diferentes casas de la comunicación en sus 24 localizaciones, estamos implicados personalmente en la gestión y nuestro compromiso y la cercanía con el cliente es muy grande.
En nuestro caso, hemos tenido que reforzar nuestra primera sede en Madrid con grandes profesionales, a la vez que adaptarnos a formas de trabajo menos anárquicas sin perder nuestra identidad. El grupo respeta mucho la gestión local a la vez que es muy colaborativo. Un cliente de Serviceplan España es un cliente del grupo y nos apoyamos de forma real compartiendo recursos y know how. Es tal el grado de colaboración que todos los lunes hacemos una reunión de estatus por videoconferencia entre todas las agencias del mundo de una hora y media para ver en lo que podemos ayudarnos unas a otras. Pero eso no significa fiscalización: las decisiones empresariales las tomamos en cada país.
¿Qué significa ser internacional y formar parte de un grupo de comunicación europeo con fuerza y presencia en 24 países?
El mundo es global y a veces no hay tantas diferencias en las formas de comunicar; a lo mejor sí en qué mensajes lanzar según el público de cada mercado, pero la innovación en comunicación está en todo el mundo y la aplicas observando a otros. A nosotros ser internacionales nos ha hecho ponernos las pilas, porque este grupo es internacional no en su esencia, si no en la forma de trabajar. Intercambiamos experiencia, incorporamos profesionales de otros lugares cuando los necesitamos con un cliente. Los clientes son del grupo no del país y nuestro grupo se vuelca con los clientes estratégicos de cada país.
¿Qué aporta Serviceplan a las marcas y clientes con los que trabaja?
Innovación, ubercreatividad (que es un concepto propio del grupo), trabajo en equipo, seguridad, unos niveles de compromiso y calidad que deben estar a la altura y ambición del grupo. Nosotros hemos crecido antes con clientes increíbles a través de relaciones a largo plazo, con esfuerzo, resultado y aprendizajes, pero ahora estamos en disposición de ofrecerles también a ellos más conocimiento y garantías porque los estándares de calidad, creatividad y efectividad del grupo son muy altos. Hay una ambición colectiva en Serviceplan de construir mejores marcas.
“Una tecnología que no nos fagocite”
Y el COVID-19, ¿cómo les ha afectado?
Ojalá nadie hubiera tenido que pasar por esta pandemia. A lo mejor supone un antes y un después porque todo el mundo en general ha tenido que aplicar la creatividad no solo en su empresa o en su comunicación sino también en su forma de vivir. Espero que nos sirva para que, si la situación mejora, haya un cambio donde se valoren otra vez las humanidades, las artes, la cultura, el conocimiento, la buena comunicación entre las personas en todos los ámbitos, familiares, empresariales, sociales, con una tecnología que no nos fagocite.
De cara al futuro, ¿qué próximos proyectos, ideas o clientes tienen en marcha?
Nuestra historia ha estado ligada a grandes clientes a largo plazo. Éramos la agencia de Amstel, o la de Carrefour, la de las campañas europeas, … grandes clientes que han forjado nuestra trayectoria. Muchos ya no están y con otros continuamos. Pero ahora somos Serviceplan España y este año, con unas propuestas muy disruptivas, trabajamos con marcas como Alcampo, cliente del grupo en varios países; Puerto de Indias, Salesforce, Lufthansa, Mercedes… También hemos ganado concursos públicos como la campaña de promoción más ambiciosa de la Comunitat Valenciana en décadas y que estamos produciendo ahora, para el Palau de Les Arts, cuyo objetivo es ser centro relevante de la cultura o BMW a nivel internacional.