Tres de cada 10 empresas españolas han limitado completamente el uso de aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) generativa, un porcentaje más alto que la media global (27%). La principal preocupación, las amenazas a los derechos legales y de propiedad intelectual de la empresa para un 73% de compañías.
Según datos del último informe Cisco Data Privacy Benchmark de Cisco, un 31% de empresas españolas asegura haber limitado completamente el uso de este tipo de aplicaciones, un porcentaje superior al 27% de la media global.
Entre las principales preocupaciones, los profesionales encuestados señalan las amenazas a los derechos legales y de propiedad intelectual de la empresa (73% en España vs. 69% a nivel global) y el riesgo de divulgación de información al público o a los competidores (71% en España vs. 68% media global).
Por otro lado, una mayoría de empresas españolas (92%) cree que la IA requiere nuevas técnicas para gestionar los datos y los riesgos, y son también una mayoría de compañías nacionales las que están implementando controles para limitar su exposición.
A este respecto, un 62% afirma haber establecido limitaciones sobre qué datos se pueden utilizar; un 57% supervisa las herramientas de IA generativa con las que pueden trabajar los empleados y un 31% ha prohibido por el momento cualquier aplicación de IA generativa.
No obstante, un gran número de empresas en España han incluido datos en aplicaciones de IA que podrían resultar problemáticos, como información de los empleados (43%) o información no pública sobre la empresa (47%), frente al 45% y 42% de media mundial.
Lento avance en transparencia
La transparencia en el uso de la IA también avanza despacio. El 90% de las organizaciones españolas reconocen que deben hacer más para garantizar a sus clientes que sus datos se utilizan únicamente para fines previstos y legítimos (91% de media global). Este porcentaje es similar al del año pasado tanto en España como en el mundo.
Además, las prioridades de las organizaciones para generar confianza difieren de las de los consumidores. Los clientes consideran prioritario obtener información clara y exacta sobre cómo se utilizan sus datos y no venderlos con fines comerciales. Ante la misma cuestión, las empresas españolas vislumbran como prioridades cumplir con las leyes de privacidad y evitar violaciones de datos.
Certificaciones y regulaciones
Las organizaciones también asumen la necesidad de tranquilizar a los clientes sobre cómo se utilizan sus datos. El 96% de las empresas españolas reconocen que sus clientes no les comprarán si siguen sin proteger adecuadamente sus datos (94% a escala global), y el 98% de los consultados en España consideran que las certificaciones de privacidad externas resultan clave en este sentido (98% mundial).
Igualmente, una regulación sólida en términos de privacidad aumenta la confianza de los consumidores en las empresas. A pesar de los costes y requisitos que las leyes de privacidad puedan imponer, el 82% de las organizaciones españolas afirman que estas regulaciones han tenido un impacto positivo (80% global), y únicamente un 9% lo consideran negativo (9% mundial).
Rentabilidad de la inversión en privacidad
En los últimos cinco años, el gasto en privacidad se ha duplicado. Un 96% de empresas españolas señalan que los beneficios de la privacidad superan sus costes en 1,6 veces (95% mundial), mientras el 83% en España han obtenido importantes ventajas en términos de “lealtad y confianza” de sus inversiones en privacidad (80% de media global).