Elon Musk, actual CEO y propietario de Twitter, ha cesado las funciones del Consejo de Confianza y Seguridad de la red social, un organismo formado por expertos en derechos civiles, académicos y abogados que de forma voluntaria han trabajado en los últimos años para mantener la seguridad de la plataforma de microblogging.
Según han informado fuentes conocedoras del asunto a The Washington Post, los miembros del consejo tuvieron constancia de la decisión de la cúpula de Twitter a través de un email, que fue enviado momentos antes de reunirse vía Zoom.
Los participantes del consejo esperaban reunirse en lugar de recibir un correo electrónico que llevaba por asunto un ‘gracias’ y donde se informaba que el consejo ya no era idóneo para aplicar “insights externos” a Twitter como producto o para “el trabajo de desarrollo de políticas”. A diferencia de anteriores emails lanzados en la red social, este iba firmado por Twitter y no por Elon Musk.
“Estamos agradecidos por tu participación, consejo y colaboración en los últimos años y te deseamos todo el éxito en tu futuro”, terminaba la misiva.
La desaparición del consejo se produjo momentos antes de que Musk atacara por Twitter al antiguo director de dicho consejo, Yoel Roth, que dejó su cargo a mediados de noviembre ante las últimas órdenes emitidas por el nuevo propietario de la plataforma de microblogging.
En sus tuits, Musk lanzaba acusaciones tergiversadas sobre el trabajo académico de Roth, relacionándolo con actividades sexuales y menores. De acuerdo con el Post, Roth y su familia abandonaron su residencia de San Francisco por miedo.
Garantizar la seguridad de la plataforma
El Consejo de Confianza y Seguridad de Twitter estaba formado por expertos en derechos civiles, académicos y abogados que de forma voluntaria promovían políticas activas para mantener la seguridad en la red social.
El cese por parte de la firma que dirige Elon Musk se produce poco tiempo después de que la Autoridad de Regulación de la Comunicación Audiovisual y Digital (Arcom) de Francia pidiera al directivo que confirmara que puede garantizar la lucha contra la desinformación y los contenidos de odio en la plataforma.
Ante el menor número de empleados y la restauración de cuentas anteriormente destituidas por la red social como la del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, el regulador del mercado audiovisual francés se preguntaba si Twitter “tiene capacidad para mantener un entorno seguro” para sus usuarios.