El yo-yo

Su aparición es fugaz, imprevisible y nadie parece darse cuenta del tiempo que ha pasado desde que todo nuestro ocio

Su aparición es fugaz, imprevisible y nadie parece darse cuenta del tiempo que ha pasado desde que todo nuestro ocio se basaba en sus subidas y bajadas.

El sector de la publicidad tiene su propio yo-yo: una realidad que llega sin avisar, se adueña de nuestras vidas y, a diferencia del yo-yo, si deja rastro en forma de nuevos modelos de empresa, cambios estructurales, desapariciones, fusiones y adquisiciones etc.

Me refiero a nuestra amiga la crisis, esa visitante ocasional que deja el sector exhausto, convulso y sudoroso tras su paso. Hace años que no nos visita y me pregunto si no es hora de ir pasando el plumero por el cuarto de invitados.
¿Señales? Ninguna en particular y todas en general: tiempo transcurrido, subida de tipos de interés, subida del IPC, una población muy dependiente de factores que no controla, como los préstamos hipotecarios y el mantenimiento del empleo; bajada de ingresos en varios medios de comunicación, etc.

Por si acaso, creo que no sería descabellado dejar un espacio de imprevistos en nuestros informes sobre el futuro, pues nos podría evitar alguna colleja destinada a los malos profetas. Cuando el sector ha demostrado que no es capaz de evitar la neurosis y los comportamientos histéricos en las previsiones hechas a dos meses, hablar de control en lo que decimos a 18 meses vista, me parece excesivamente pretencioso, y si no, que se lo pregunten a los que han tenido que colocar campañas tardías para televisión en el mes de junio. ¿A qué sí? Pues eso, que si viene, nos pille con la cama hecha y la casa preparada.

(*) Juan Manuel Beltrán es director de compra en Mediacom.