La facturación del transporte de viajeros por carretera alcanzó los 4.000 millones de euros en 2024, lo que supone un aumento del 14,3% respecto al año anterior y confirma la recuperación del sector tras la crisis sanitaria.
Así lo recoge el último informe del Observatorio Sectorial DBK de INFORMA, que señala que esta evolución consolida la tendencia positiva iniciada en 2021. El buen comportamiento del turismo, la normalización de la movilidad interurbana y la continuidad de las bonificaciones al transporte público figuran entre los principales factores que explican este avance. Las políticas de descuentos impulsadas desde las administraciones estatal y autonómica han incentivado de manera especial el uso del autobús en los servicios regulares.
El segmento de transporte regular general, que concentra alrededor de dos terceras partes del mercado, registró una facturación de 2.710 millones de euros en 2024, un 17,1% más que el año anterior. El número total de viajeros se elevó hasta los 875 millones, con un notable dinamismo en los servicios de larga distancia.
El transporte discrecional prolongó también su recuperación, con un volumen de negocio de 625 millones de euros tras crecer un 16,8%. Este repunte está vinculado al impulso del turismo receptivo, la reactivación de los viajes de grupo y la celebración de eventos culturales y deportivos, que han favorecido la contratación de servicios a medida.
Por su parte, el transporte regular de uso especial —que engloba los servicios escolares y laborales— mostró un comportamiento más moderado. Su facturación se situó en 665 millones de euros, un 2,3% más interanual, si bien el número de pasajeros descendió un 3,5%, reflejando ajustes en la demanda de estos servicios específicos.
De cara a 2025, el Observatorio prevé que la facturación total del transporte de viajeros por carretera crezca en torno a un 5%, en un contexto de aumento tanto de la demanda como de los precios. No obstante, advierte de que la evolución del sector a corto y medio plazo estará condicionada por la incertidumbre regulatoria, el incremento de costes y la necesidad de avanzar en sostenibilidad y digitalización.
Menos operadores y mayor concentración
El informe también pone el foco en los cambios en la estructura de la oferta. El número de empresas autorizadas para el servicio público se redujo hasta 2.641 a comienzos de 2025, lo que supone una caída de más del 15% en comparación con cinco años antes. Esta evolución responde a un proceso de concentración impulsado por operaciones corporativas y la desaparición de pequeños operadores, que están reconfigurando el tejido empresarial.
Las cinco primeras compañías del sector alcanzaron en 2024 una cuota conjunta del 44,0%, mientras que las diez mayores controlan ya el 57,2% del mercado, lo que refleja un peso creciente de los grandes grupos. Paralelamente, el parque de vehículos se situó en el entorno de los 44.500 autobuses, elevando el tamaño medio de las flotas hasta 17 vehículos por empresa, el nivel más alto registrado hasta la fecha.